Un informe publicado en las últimas horas por la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA) da cuenta de que las exportaciones españolas de Alfalfa Deshidratada, en el mes de agosto de 2023, mejoraron respecto al mes anterior tanto en el formato bala como en el de pellets, superando un volumen global de 76.000 toneladas.
Los datos dan cuenta de que esta mejoría está impulsada especialmente por la demanda de Arabia Saudí en los dos formatos, hay que señalar que en el formato pellets se trata de las ya conocidas operaciones de granulado de baja proteína.
Pese a este aumento, las exportaciones siguen lejos de las cifras registradas en los últimos años a lo largo del mes de agosto. Gran parte de ello se debe a las escasas salidas a mercados como China y Emiratos Árabes Unidos, principales destinos de las cuatro últimas campañas.
Según los proporcionado, en agosto de 2023, se exportaron un total de 35.293 toneladas de balas y 40.864 toneladas de pellets. A simple vista, se observa que la exportación de pellets supera a la de balas en aproximadamente 5.571 toneladas.
Principales Destinatarios de Exportación
Balas: Arabia Saudí lidera la lista con un total de 20.331 toneladas, representando más de la mitad de las exportaciones totales de balas. Le siguen los Emiratos Árabes Unidos y Jordania con 6.862 y 3.610 toneladas, respectivamente.
Pellets: Arabia Saudita también encabeza la lista de pellets, pero con una cifra aún mayor de 24.725 toneladas. Jordania y Brasil ocupan el segundo y tercer lugar, con 3.016 y 2.461 toneladas, respectivamente.
Los países de Medio Oriente, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Jordania, aparecen prominentemente en ambas listas, lo que sugiere que esta región tiene una fuerte demanda tanto de balas como de pellets.
Portugal es el único país europeo que figura en ambas listas, destacando su importancia como socio comercial en estos productos específicos.
Tendencias Emergentes
Arabia Saudita es el principal importador en ambas categorías, su demanda de pellets supera significativamente su demanda de balas en más de 4.000 toneladas. Países como Kuwait , Omán y Japón muestran preferencia por las balas, mientras que Brasil y Líbano están más inclinados hacia los pellets.