Destacan el potencial argentino para convertirse en productor clave de Alfalfa

Desde la Cámara Argentina de Alfalfa, a través de su presidente José Brigante remarcaron lo que «viene para la producción forrajera. También analizó el impacto de la sequía en la producción mundial.

Los sectores productivos para poder crecer deben organizarse, y eso es lo que tiempo atrás desde TodoAlfalfa se logró. Trabajar para la conformación de una cámara que agrupe a los principales representantes del sector.

José Brigante, presidente de Cámara Argentina de Alfalfa, dialogó con nuestro medio y recordó que “se conformó con un objetivo que fue institucional y representativo del sector a nivel país, entraron en ese esquema las empresas, que la mayoría son las exportadoras”.

La máxima autoridad de la Cámara sostuvo que: “si uno lo mira en los últimos 5 años el sector ha tenido un crecimiento en las exportaciones muy importante, ha tenido una consolidación del producto a nivel país, si vos te paras hoy vas a escuchar en todas las provincias que son provincias que tienen el perfil de poder hacer el cultivo de alfalfa”

“Mucha gente se empieza a interesar en el segmento, en saber si realmente el alfalfa es rentable o no, empieza a ver si puede haber alguna especie de rotación con respecto a los cultivos que planta la zona y por supuesto que a la larga cualquier productor que empieza por ese lado después termina con la idea de querer exportar y en eso creo que se ha ganado mucho terreno”, manifestó y agregó: “eso se puede ver en función del crecimiento de volumen que ha tenido año a año la exportación de Argentina hacia el mundo”.

¿Estamos lejos de llegar a los números de finales del 90?

Según Brigante “en principio te diría muy rápido, estamos muy lejos de poder llegar a hacerle sombra a la demanda esa de 8 millones, o sea, es imposible para Argentina en el corto plazo”.

Pero es importante poder “establecer programas de trabajo para que crezca el volumen de alfalfa, para que más productores se sumen al negocio, para que más industrias se sumen al negocio, y poder hacerle frente a una demanda que está insatisfecha”.

Sin embargo, esto “tiene sus complicaciones al querer enfrentarla con falta de conocimiento, con faltas de tecnología, con falta de logística”. El presidente de la entidad madre de la Alfalfa apuntó: “yo creo que Argentina va creciendo, está demostrado, va mostrándose al mundo como un jugador que tiene fundamentalmente el agua y la tierra para poder generar el cultivo, y por otro lado va buscando que cada día haya más gente que se muestre interesada en comprar, que se muestre interesada en invertir, que se muestre interesada en generar estos negocios de exportación a largo plazo, que son los que le van a dar vida al sector”.

Recomendaciones a los productores

“Lo que nosotros hacemos en ese sentido es detectar cuál es la realidad que tiene el productor más allá de la superficie. Hay que entender aspectos que tienen que ver en el entorno donde está parado el productor, en el nivel de conocimiento que tenga el productor para producir y para poder exportar, en la zona en donde se encuentre para ver cómo están armadas las logísticas con las que va a poder enfrentar el comercio”, sostuvo Brigante.

Aseguró: “nos hemos encontrado muchas veces que hay gente que tiene la idea, que tiene unas cuantas hectáreas disponibles e interesantes, pero que le falta toda una infraestructura alrededor donde hay que empezar a trabajar desde un plano bastante de atrás. Como hay gente que tiene también las condiciones, las hectáreas, y se encuentra en zonas donde es mucho más fácil poder generar el negocio por la viabilidad que tenga en cómo industrializar la alfalfa, cómo llegar con esa alfalfa al puerto”.

Cada realidad es diferente y por ello, para Brigante “es necesario hacer un diagnóstico, ese diagnóstico a nosotros nos genera un proyecto de trabajo, y atrás de ese proyecto de trabajo empezamos a ver cómo apoyar”.

Las necesidades del sector y las políticas de Estado

“Hay necesidades que son transversales, o sea, les están afectando a cualquier sector exportador y creo que son trabas que tenemos todos en este país, que son derechos de exportación, que son cuestiones impositivas, que son trabas arancelarias a veces en distintos aspectos y en eso yo creo que cualquier gobierno que aparezca va a tener que trabajar en ese sentido para ayudarlo a los sectores exportadores a que genere mayor volumen de exportación”, explicó con claridad.

En lo que respecta a lo particular del sector sostuvo: “nosotros con la Alfalfa, si te hablo desde el punto de vista de industrias procesadoras de alfalfa, te digo que hay bastante capacidad instalada disponible para poder usarla, ese sería un punto a favor”.

Aunque, el gran problema “son los costos de logística que tiene el país. A la alfalfa le pega mucho, tiene una incidencia alta en el número de los costos, la logística, no todas las provincias o las plantas tienen la posibilidad de salir vía férrea hacia el puerto, entonces los que tienen posibilidad de llegar en tren hacia el puerto tienen un poco más de ventaja que los que tienen que salir en camión. Después vienen cuestiones que tienen que ver con la necesidad de tener ampliación de volumen de hectáreas sembradas, que eso ya depende también de créditos, de la ayuda que le pueda dar el gobierno al productor para que saque crédito, para que saque una máquina, para que mejore las tecnologías”.

Un sector que va a crecer

“Yo lo veo como un sector que realmente va a crecer y va a seguir creciendo como lo viene haciendo porque está partiendo de una base muy baja de volúmenes portables, entonces tiene toda una plataforma por delante para poder crecer y eso lo está aprovechando, no está creciendo a la velocidad que uno quisiera, pero estamos creciendo a la velocidad que los productores tienen como recurso y tienen como alternativa de poder invertir, de poder desarrollarse”

Bringate fue en el mismo sentido que Basigalup y aventuró que “vamos a ver de acá a unos cinco años tranquilamente un volumen duplicado de exportación. Yo lo veo viable porque si hablamos de tecnologías industriales, está la posibilidad y está la capacidad para poder hacerlo. Ahí no hace falta una gran inversión. Pero si hablamos de hectáreas sembradas y conocimiento aplicado a la industria de la exportación, ahí sí todavía el productor se encuentra con una vara que tiene que levantarse”.

Por último, reconoció que “contamos con el INTA. Creemos que dentro del país es la fuente de apoyo al conocimiento que tiene que tener el productor.

¿Cómo pegó la sequía?

“A nivel internacional yo te diría que pegó muy fuerte, por ejemplo, España es uno de los principales exportadores de alfalfa, y se encontró con un problema bastante complicado de resolver hasta ahora por la gran sequía que ha tenido las principales zonas alfalferas. Estados Unidos, que es el otro gran jugador de exportación (en las zonas donde se cultiva la alfalfa no ha sido tan grave), han tenido una merma de rendimiento bastante importante”, indicó.

“Por tal motivo, viéndose la oferta afectada de esa manera, la demanda que necesita Alfalfa cuando encuentra que los principales players tienen complicaciones climáticas como esta que estamos mencionando, sin duda se van a empezar a buscar alfalfa en otros lugares”, explicó.

Por eso, según Brigante: “Argentina, te diría que no ha sido tan afectada por la falta de lluvia con la alfalfa, pero hay una relación que tiene que ver, o sea, muchas de las zonas de Argentina han tenido problemas de sequía entonces el pasto que consumen los animales no ha tenido el volumen suficiente y la demanda del mercado local de alfalfa ha sido muy alta, lo que hizo que a esta altura del año no tenga stock disponible para exportar”.

Aclaró que “tenés una demanda grande de afuera porque necesita, pero tenés que tener cuidado porque el productor se ha quedado sin stock para sus propios animales, entonces ahí te encontrás sin volumen y hay que esperar para eso la próxima cosecha”.