Amplia oferta de máquinas para producir alfalfa de calidad 

La empresa Agripuente Sud buscar “cerrar la brecha” existente entre Estados Unidos y Argentina. Por ello, ofrecen diversas alternativas para que el productor acceda a tecnología que permita producir más y mejor.

En las localidades de Candelaria (San Luis) y en Calchín (Córdoba) la empresa Agripuente Sud puso a disposición de los productores y contratistas una amplia gama de maquinarias de última tecnología para producir alfalfa de calidad. 

Abarcando todo el proceso, desde la siembra hasta la producción del megafardo, los socios que llegaron a nuestro país con gran expectativa pusieron sobre la mesa todo el “arsenal” de alternativas. 

Durante dos jornadas mostraron el funcionamiento, brindaron detalles de sus experiencias y enumeraron los beneficios que estos “fierros” les brindarían en caso de incorporarlos. 

Con la misión de conectar Argentina con Estados Unidos, Agripuente Sud llegó a nuestro país para ofrecer maquinarias, hacer más negocios y desarrollos de manera conjunta dejó en claro Russell Mitchell, quien junto a su socio Blake Houskeeper buscan unir y aprender juntos. “Somos distribuidores de equipos nuevos y usados”, aseguró. 

El trabajo de esta empresa es abastecer de equipos nuevos y usados , con la posibilidad de enviarlo directamente hacia Argentina. En lo que respecta a maquinas usadas, se realiza una restauración y luego se comercializa. 

El principal objetivo de Agripuente Sud es no tener intermediarios para no influir en el costo final del producto. 

Destacaron el potencial argentino para producir alfalfa, remarcando las posibilidades exportadoras que pueden surgir si se produce “alfalfa de calidad”. 

En las exposiciones realizadas contaron que la Universidad de Wisconsin realizó una experiencia enfardando al mediodía con vapor y por la noche con “humedad ideal”. Eso arrojó que «el trabajo con vapor al mediodía perdió un 58 por ciento menos de hojas a diferencia del trabajo nocturno. Además, los fardos tenían un 20 por ciento de incremento de densidad», aseguraron. 

Además, indicaron que «el cliente ideal para la vaporera» es aquel que tenga dos megaenfardadoras o quienes busquen busquen ampliar la ventana laboral y no tengan que depender de las condiciones climáticas.

Los pasos para poder importar… 

Eduardo González es despachante de Aduana y contó a los presentes lo que se necesita para poder importar. El primer paso es “estar inscripto en Arca como importador” un punto sencillo que se logra en pocos días. 

Cuando se termina la compra, “se cierra con la factura pro-forma y se establece si el producto que se va a importar (a través de una explicación completa) como clasificaría arancelariamente”. 

El punto principal es establecer el código arancelario para poder saber “que impuestos se pagarán o que intervenciones extra aduaneras se exigen”. También es estratégico definir si se hará por la aduana de Buenos Aires, si la maquina se retirará en tránsito con mínima intervención de aduana y que la misma suceda en la aduana provincial, retiro en planta o el vendedor lo entrega en puerto de origen, lo que brinda como ventaja que la posibilidad de esquivar el puerto de Buenos Aires con un flete directo al campo, industria o depósito fiscal. 

Por otra parte, manifestó que la maquinaria usada se puede importar siempre que no sea un producto fabricado en Argentina o que la demanda sea elevada y no haya disponibilidad. Eso se realiza a través de un trámite en la secretaria de Industria que permita dicha importación. 

Ese trámite puede tener la participación de otro ente, como Senasa, ante la posibilidad de que ingrese con alguna plaga. 

Por último, González remarcó que “la ventaja de la importación como bien de uso es que hay tributos que no rigen, además el IVA se paga el 10,5 por ciento el cual se transforma en crédito fiscal”. 

Estos productos si no se compran como bien de uso, se debe pagar el IVA, anticipo de impuestos a las ganancias del 6 por ciento y un 3 por ciento de percepción de ingresos brutos. 

En tanto desde Banco Nación informaron sobre una línea de crédito para financiación de importaciones. La misma está destinada a personas humanas o jurídicas vinculadas a crédito con el Banco.  

La financiación de importación de bienes, sin uso, de origen extranjero incluidos en la Nomenclatura Común del Mercosur (N.C.M.) que se encuadran como bienes de capital que se incorporen en el balance contable del usuario como Bienes de Uso.  

Positivas opiniones a la propuesta de Agripuente Sud

Concluidas las dos jornadas, dialogamos con algunos presentes que manifestaron su satisfacción por la propuesta y las posibilidades de poder conocer las prestaciones de la tecnología ofrecida, sobre todo de Staheli West DewPoint.

Juan Cravero, productor de alfalfa de la zona de Olaeta (Córdoba), quien viajó a Estados Unidos junto a Isabettini para conocer el funcionamiento de esta maquinaria sostuvo: «la idea de la empresa Agripuente Sud es sumamente oportuna para lo que necesita el sector». Si bien destacó que «Argentina puede ser un jugador importante, cuenta con un impedimento que es el acceso a tecnología a precios razonables».

Guillermo Borrajo, de la empresa Nafosa – Alfalfa y Forrajes de la Patagonia, explicó que viajaron a ambas jornadas con la intención de poder conocer de primera mano la tecnología a la que venían siguiendo desde hace un tiempo. «Participamos para ver en vivo la máquina, la idea era entender como podía producir el proceso en tan poco tiempo que era la duda. No lograba imaginar como en cuestión de segundos un forraje que estaba seco pasaba a estar en condiciones de estar enfardado sin perder hoja», aseguró.

Lucas Moro, productor de la zona de Calchín mostró su conformidad tras el encuentro y remarcó: «nos vamos contentos, porque los precios que manejamos en Argentina comparado con lo que vemos para traer la maquinaria son totalmente distintos».

Indicó Moro que el motivo de la presencia, fundamentalmente, fue poder evacuar dudas sobre la Staheli West DewPoint. «Nos vamos contentos y queremos poder concretar algún negocio», concluyó.