La alfalfa le sienta bien al medioambiente y su
cultivo es una buena noticia para las aves. Así lo dicen los estudios realizados sobre la
forrajera y sus efectos en el ecosistema que revelan que, sólo en España, un total de 117
especies de aves la utilizan para su alimentación, refugio o reproducción.
Para descubrir todos los secretos de la alfalfa y sus ventajas medioambientales,
industriales y socioeconómicas, más de 500 expertos, agricultores y ganaderos se darán
cita el próximo 8 de febrero en Valladolid en el marco de la III Jornada Española del
Cultivo de la Alfalfa (JECA) que organiza la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa
Deshidratada (AEFA).
Explica el director de AEFA, Luis Machín, que son muchas las razones que convierten a la
alfalfa en la aliada perfecta de la biodiversidad. “Evita la contaminación de las aguas por
nitratos, favorece la conservación de especies de animales como las abejas y contribuye
a paliar el efecto invernadero, actuando como un filtro verde al fijar el CO2 en una
cuantía de 9 toneladas por hectárea/ año”, indica Machín, quien precisa que sus
bondades para el planeta son incuestionables.
Así, entre sus múltiples beneficios también destaca que se trata de un cultivo ecológico
–mejora los suelos y no precisa tratamiento con herbicidas– que favorece la rotación de
los suelos, permite reducir la Huella de Carbono y es un estupendo guardián del paisaje
que promueve la conservación de espacios verdes y el hábitat de la fauna silvestre.
Tras las dos primeras ediciones celebradas en Zaragoza y Lleida, JECA 2024 llega a
Valladolid por una razón de peso: Castilla y León ocupa un lugar de honor en el ranking
nacional. Es la tercera comunidad autónoma en cuanto a producción de forrajes
deshidratados en un país, España, que se erige como el primer productor europeo y el
tercero del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos y Australia.
La importancia de la deshidratación
Asimismo, el foro no sólo servirá para analizar y debatir la situación del sector o las
oportunidades y rentabilidad que ofrece esta forrajera al sector agroalimentario, también
visibilizará la labor de la industria deshidratada, cuyo papel se ha vuelto esencial en
aspectos tan importantes como la seguridad de la cadena alimentaria al suministrar un
producto de gran calidad a un coste razonable. Y es que, con el proceso de secado rápido
a altas temperaturas, la alfalfa se convierte en un producto top porque hay menos
pérdidas nutritivas y se reduce el riesgo de contaminación microbiana. Además, la
deshidratación blinda a los cultivos de las inclemencias del tiempo.
Cuestiones como los avances tecnológicos o las consecuencias de la legislación europea
son otros de los temas que se analizarán en JECA 2024, que en su programa contará,
entre otros profesionales, con el divulgador científico y profesor universitario José Miguel
Mulet, el catedrático y coordinador del Máster Interuniversitario Oficial de Protección
Integrada de Cultivos, Xabier Pons, y con el investigador Abel Barrios, del Instituto
Tecnológico Agrario de Castilla y León.
La III Jornada Española del Cultivo de la Alfalfa también abordará la incidencia de la PAC
en los forrajes de la mano de Pedro Medina, viceconsejero de Política Agraria Comunitaria
y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León.