“La alfalfa derrumbó mitos, y como por ejemplo de ello, creíamos que era un cultivo solo para los suelos ricos de la Pampa Húmeda. Pero empezó a desarrollarse un polo alfalfero en una región muy sojera y la alfalfa reemplazó a la soja en una zona importante de la provincia de Córdoba», dice el Ing. Agr. Pablo Cattani, especialista en la producción de forrajes conservados de alta calidad.
«Hoy se está distribuyendo a todo el país», afirma el mismo experto. «Vemos que al sur del Río Colorado tenemos cultivos de alfalfa, también en Mendoza, e incluso en Formosa se tienen excelentes cultivos de alfalfa”.
“Por ello nos debemos una punta más de audacia y de estudio ya no tan empírico, sino un poco más científico con intercambio de datos de condiciones de suelo, temperaturas, precipitaciones para empezar a armar un modelo alfalfero, en campos donde antes no pensábamos en la alfalfa, porque es un excelentísimo recurso forrajero interno, y también para exportar y traer divisas al país”, dice Cattani.
Concretamente, en el corazón del Clúster alfalfero de Córdoba, había muchos tambos que se sostuvieron con la soja y esos tambos sacaron las vacas y hoy se sostienen con la alfalfa para comercializarla con en Sacanta, El Arañado, Calchín, que es corredor de la ruta 13, y por ahí cerca Villa Santa Rosa, Las Varas.
Precisamente en la zona de Sacanta, Calchín, El Arañado, hay dos plantas una de compactación y otra elaboradora de pellets y en San Francisco una planta de re compactación que carga en el ferrocarril nacional y va directo a puerto para salir a Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo.
En Chaco
Mario Giraudo, produce alfalfa en campos alquilados cerca de Las Breñas, Chaco, con bajos costos de producción, sin riego y la mayor parte se siembra con laboreo de suelo, aunque señala que las experiencias de la zona en directa tienen muy buenos resultados.
“Debido al gran déficit hídrico de este año el rendimiento de los alfalfares bajó a la mitad. Es decir, en años normales estábamos en indes de 150 fardos a 180 fardos por hectárea y a veces hasta 200 fardos, cantidad que hoy bajó a 70 fardos o 100 fardos por hectárea y en algunos alfalfares más viejos logramos 50 fardos por hectárea. Cada 200 fardos hacen una pesada con balanza manual, y el promedio esta en los 22 kg/fardo, con 65 cm de largo”, explica el productor.
Por un lado, bajaron los rindes, pero por otro creció de manera notable la demanda de pasto a nivel nacional y los precios acompañan muy bien, ya que el año pasado en valor de un fardo en pleno verano rondaba los $ 250 y este año ese valor es de $600.
La siembra
«En lo que hace a la implantación del cultivo, las siembras que están cerca, arrancan a fin de febrero y para mí la fecha ideal es entre el 10 de marzo hasta el 15 o 20 de abril. Sembramos al voleo con densidades de 22 kg/ha me dan mejores resultados con 40 fardos / ha más que en las siembras con sembradora de fina con densidades de 16 kg/ha.
La máquina que utilizan para la siembra es una fertilizadora de platos y paletas, tirada por una camioneta, a unos 6 km/h. “Previamente hacemos una determinación del ancho de trabajo por pasada guiándonos con el GPS manual y así tenemos excelentes resultados.
“Unos 5 días antes de la siembra aplico un herbicida pre emergente, e incluso si la aplicación se hace unos días luego de la siembra, el resultado es también bueno. Puede ser Pivot que anda muy bien, o sino 2,4 DB para el control de las malezas y que el cultivo emerja sin competencias.
En lo que es semilla ocupamos el grado 9 de la variedad Saladina que muy difundida en la zona por su adaptación a altas temperaturas a la poca humedad disponible, sin reposo invernal para un aprovechamiento más largo en el tiempo. Tengamos en cuenta que hace ya 8 meses que estamos con falta de agua y con alfalfas planchadas por esa razón”, destaca el productor.
En fertilización, estamos trabajando con fertilizantes foliares que nos ayudan a aumentar la cantidad de fardos /ha. Aplicamos 1 litro/ha de fertilizantes acompañado con azúcar común de mesa también a razón de 1 kg/ha.
8 cortes al año durante 5 años
Hacen 8 cortes al año, aunque este año un poco cortaron más espaciadamente por efecto de la seca, con la cual se precisa más tiempo entre cortes para que se genere suficiente cantidad de materia seca.
“Una alfalfa bien cuidada en el aspecto sanitario, (controles de pulgones y arañuelas) puede durar 5 años, y a partir de ese momento se empieza a notar la decadencia del cultivo. Por lo general rotamos con girasol o maíz, para cortar el ciclo de la alfalfa, es decir, si bien soy productor netamente alfalfero, debo hacer algo de grano para rotar el cultivo”.
Me inicié hace unos años como productor de alfalfa, luego de fundirme como consecuencia de una seca y una inundación, que sorprendió sembrando 1500 ha de soja situación en la que perdió máquinas y tractores. “En realidad lo más difícil de la alfalfa es el mercado que es un cuello de botella”, dice Mario.
“En invierno se vende toda la producción, pero en verano se complica la venta, y este año es una excepción debido a la sequía, pero los años anteriores era llegar al verano y regalar el fardo porque no tenía precio”, afirma Mario Giraudo.
Fuente: Clarín Rural