Estos son los síntomas más frecuentes que pueden evidencial la falta de estas vitaminas en la alimentación del ganado, según describe la firma FoodCo, especialistas en provisión de alfalfa.
Falta de vitamina A: Cojeras, rigidez en miembros, baja ganancia de peso, pelaje áspero y poco brillante, pérdida de apetito y diarrea
Falta de vitamina E: Bajos niveles reproductivos, la retención de placenta, casos de metritis y mastitis.
Falta de vitamina D: Dificultades para movilizarse, ante la falta de calcio y fósforo. Incluso, puede haber fracturas.
El rol que juega el forraje en la prevención de estos problemas es fundamental, ya que aportará nutrientes básicos para evitar las defivciencias enumeradas. Para cumplir esa función preventiva el alimento que se le provea al ganado deberá generarse con prácticas de calidad, teniendo en cuenta los parámetros de producción como el almacenaje, sequía del suelo, etc. que afectan estas características en el forraje, así como el tipo y calidad del mismo, ya se trate de alfalfa u otros pastos.
La evaluación adecuada de la alimentación y el estado animal, y la documentación de una respuesta a la suplementación es necesaria antes de diagnosticar las deficiencias de nutrientes específicos.