Cubos de alfalfa pocitanos para alimentar caballares chilenos

La empresa trasandina ‘Forrajero’ da valor agregado a los alfalfares cuyanos en San Juan. Abastecen el 80% del mercado en Chile y analizan ingresar a nuevos destinos desde una de las plantas más importantes de Latinoamérica.

La Compañía Productora de Alimentos para Animales, más conocida en Latinoamérica como Forrajero, produce y exporta desde San Juan a Chile cubos de alfalfa. Es subsidiaria de la casa central ubicada tras la Cordillera. La misma funciona en las instalaciones de la ex fábrica de aviones Piper Chincul, de avenida Uñac entre 6 y 7, Pocito. Suplemento Verde recorrió la planta y allí dialogó con su gerente general, el ingeniero agrónomo Fernando Eduardo Serrano Chiesa y su gerente de logística y exportaciones, Nicolás Brizuela.

«Nos instalamos en San Juan en diciembre del 2019 y comenzamos a operar en marzo del 2020, antes de la pandemia y por unos 15 días», comenzó señalando Serrano Chiesa agregando, «Hoy es la planta o máquina productora de cubos de alfalfa más grande de Latinoamérica».

Agregando Brizuela: «La planta suma cerca de 2.900 metros cuadrados cubiertos, en un predio con una superficie total de 4 hectáreas en pleno uso para el apilamiento de rollos y fardos».

El ingeniero Eduardo Serrano y Nicolás Brizuela

Proceso
«Trabajamos mucho con rollos de alfalfa, que es la forma más eficiente y económica de mover el resultado de este cultivo para un productor de San Juan o fundamentalmente San Luis», indicó Serrano agregando «también trabajamos con megafardos de Córdoba y Mendoza».

Hoy los precios oscilan entre U$S 0,8 y 0,10 por kilogramo según calidad del mismo.

Brizuela explicó: «se estaciona y se hace control de calidad. No debe tener más de un 12% a 14% de humedad para poder ser procesada. Primero se la tritura. Luego en una caja de 5 a 6 mil kilogramos se realiza una mezcla homogénea. De ahí pasa a las matrices donde a presión sale el cubo. Los cubos oscilan entre los 4 a 5 centímetros de grosor y a diferencia del ya conocido y elaborado hace unos años en la provincia, en lugar de usar harina o molido, utiliza esta forrajera triturada.

Los rollos y fardos de alfalfa por un volumen de 1,5 millones de kilos anuales son desmenuzados y procesados.

En el caso de los cubos, las matrices son mucho más grandes y la compresión es mucho mayor. Por fricción y presión, sale con 82ºC de temperatura. «Lo bueno de esto es la mortandad de toda plaga o vector de enfermedad», explicó Serrano.

De ahí la producción ya está lista para ser embolsada en maxi sacos de mil kilogramos para ser exportados al vecino país de Chile. «Casi el 100% de la producción va para Chile, salvo algunos pedidos puntuales para la zona de Pilar en provincia de Bs. As.», comentó Brizuela.

Según indicó el gerente de exportaciones, el consumo es 100% dominado por los equinos, en el caso de Argentina de polo. «El fardo es el tipo de consumo más conocido para la alfalfa y luego pasamos al pellet, muy utilizado en cabras, ovejas y camellos. En el caso del cubo el consumo se da un 80% en equinos y un 20% en vacunos. Si bien no excluye los caprinos, el mismo no es excluyente».

«En Chile nuestra empresa abastece el 80% del mercado, conformado por unos 200 mil caballares. Nosotros somos la fábrica más nueva y la que más alfalfa procesa en Argentina», indicó Serrano.

Eficiencia
La apuesta empresarial de Forrajero, le permite una eficiencia del 120%: «En volumen un camión con semi o un chasis de acoplado te carga unos 13 mil kilogramos de fardo y un semi de cubo carga unos 28 kilogramos», explica Brizuela agregando: «Además es fácil de ordenar porque va en bolsas de 25 kilogramos con una reducción de espacio importante».

Indicó: cuando el caballo o la vaca come el fardo hociquea y come la hoja dejando el tallo de la planta. Acá se aprovecha el 100%. La fibra que le da el valor a la forrajera se aprovecha más porque el 60% está en la hoja y el otro 40% en el tallo. Ese 40% en el caso del fardo se pierde porque el caballo la tira, pisa y demás».

El cubo de alfalfa sale a más de 80ºc por efecto de la presión y fricción y libre de metales e impurezas.

Para los directivos de Forrajero San Juan es un lugar privilegiado para producir la alfalfa. Es caro producir porque son pequeñas parcelas. Pero nuestros oasis tienen por sus condiciones agroecológicas un 24% de proteínas, es decir, algo así como un 8% más de la media mundial. Un producto Premium. Entonces hay futuro.

Este año esperan vender en Argentina
El ingeniero Eduardo Serrano Chiesa es de la zona rural de Lampa en Chile y tiene además un magister en administración. Conoció a los inversionistas de Forrajero en los rodeos trasandinos y pronto fue convocado para este desafío, ya que su abuelo fue el primero en exportar megafardos de alfalfa chilena a Venezuela en el año 1980.

Serrano comentó que «en octubre del 2019 tomamos la decisión de instalarse en San Juan, que comenzó en diciembre de ese año. En marzo del año pasado la pusimos en marcha y si bien la pandemia nos retrasó la campaña, en abril pasado hicimos los primeros envíos y este año esperamos comercializar en Argentina, tal como ya lo hacemos en toda Latinoamérica y comenzar a mirar naciones del Atlántico».

Destacó finalmente que «los planes en la industria son paso a paso. Por eso hemos planificado el alcance de nuestra visión en etapas. Ya tenemos la sincronía productiva. Ahora vamos por la comercial».

Entre 600 y 700 mil kilogramos de alfalfa anuales se pueden producir y exportar en la megaplanta sanjuanina.

Potencialidad
Por su parte Nicolás Brizuela marcó que «hoy no existe el volumen de este producto en San Juan, el volumen suficiente, pero sí la calidad, aunque el año pasado se sembraron más de 400 hectáreas en un año y por ende, a las 1.600 que había, se le sumó un 25% más de superficie en un año y se espera este año se siembren 25 hectáreas más».

Nosotros trabajamos en un solo turno obtuvimos un promedio mensual de producción de entre 600 a 700 mil kilogramos de cubos para exportar, lo que implica una demanda aproximada de 1,5 millones de kilos de esta forrajera mensual», indicó el gerente de logística y exportación, agregando: «Si bien la empresa a desarrollado un par de proveedores sanjuaninos de muy buena alfalfa, él 80% lo traemos de San Luis y son rollos».

Consultado por nuevas consultas comerciales, Brizuela destacó que , «el mercado hoy para la fábrica local es Chile en un 100% y luego el resto de Latinoamérica. Japón un mercado de donde estamos teniendo consultas y hace un mes y medio enviamos fardos compactados, en una muestra de 4 contenedores a Kuwait, que llega esta semana a destino y que veremos sus resultados».

Control de calidad
Brizuela hizo hincapié en la calidad del producto y la salud de los caballos: «El primero de los análisis es la visita a los potreros. Allí nos fijamos las condiciones del cultivo y la ausencia de todo tipo de malezas, sobre todo especies tóxicas. Luego se lo ayuda a hacer la medición de humedad y otros controles, luego en fábrica tomamos muestras y las enviamos a un laboratorio especializado de Río Cuarto, donde se controlan aflatoxinas, hongos y otros aspectos. Con ello además se busca cumplir todas las exigencias del SAG».

Finalmente y entre otros conceptos afirmó: «Hoy un kilo de alfalfa cuesta entre U$S 0,10 y 0,11 u entre $8 y 9 el kilo de alfalfa y la uva estaba alrededor de los $6,50 a 7, con la diferencia de costos, trabajo y tiempos de producción que requiere».

Fuente: Adrián Alonso – Diario de Cuyo