La densificación de los suelos es una amenaza escondida bajo la superficie que limita el desarrollo de raíces en las pasturas y afecta de manera notable su rendimiento.
La alteración de las propiedades físicas y químicas del suelo por diversos motivos, determina que los suelos se compacten a diversas profundidades limitando el perfil de exploración de las raíces y la disponibilidad de nutrientes y agua. En este último caso, la ocurrencia de déficit hídricos prolongados maximizan el efecto de reducción productiva, siendo aún peor cuanto más superficial sea la compactación por minimizar esto el volumen de suelo propenso a acumular agua para la pastura.
La manifestación física del problema se observa en un escaso nivel de desarrollo de las raíces en general cuando se extraen plantas, pero a nivel de observación superficial de lote, puede pasar desapercibido a no ser que la compactación sea extrema o el déficit hídrico muy marcado. En particular, para las leguminosas de raíz pivotante, pueden verse raíces en ángulos cerrados, raíces secundarias de gran desarrollo y hasta plantas carentes de raíz principal con un marcado desarrollo de raíces adventicias que surgen de la base de la corona. Esto último, producto de la muerte de la raíz principal debido de una o más capas endurecidas de suelo (ver fotos).
Para el caso de las gramíneas, esto se manifiesta por un escaso desarrollo aéreo y radical, aún más complejo de notar si no se somete a comparaciones con testigos que incluso, pueden estar en el mismo lote (ver foto).
Los menores niveles de productividad de los lotes afectados suelen ser atribuidos a diferentes causas sin ser considerada la compactación como un posible motivo del problema. Esto se evidencia claramente cuando el efecto de densificación en el lote es heterogéneo siendo observados “parches” de diferentes alturas o zonas bien delimitadas con mayor o menor crecimiento que maximizan los contrates en los momentos de intensos déficits hídricos.
Cuando la situación ocurre de modo homogéneo en el lote en cuestión, la identificación del problema es más dificultosa por encontrarse el lote completo en igual situación como se observa en la foto N° 4. Esta foto es solo una porción deliberadamente recortada de un lote afectado por la compactación. Simula, a los efectos didácticos, un lote homogéneamente compactado donde es difícil asumir una disminución clara de producción. Al ampliar el perfil de observación, pueden verse mayores desarrollos en los parches menos afectados por la densificación (Ver fotos).
(San Cristobal-Santa Fe 2023).
Para diagnosticar el problema inicialmente, solo es necesario extraer plantas en los parches de mayor y menor desarrollo donde deberían evidenciarse diferentes desarrollos radicales con las implicancias ya mencionadas de la compactación en el desarrollo de las raíces (ver foto)
La importancia de un adecuado diagnóstico
Para resolver un problema, se debe realizar un adecuado diagnóstico que no solo confirme lo observado, sino que además identifique de modo preciso la ubicación y magnitud del problema para poder tomar la decisión adecuada de cómo resolverlo.
Las densificaciones pueden tener diferentes motivos y encontrarse a distintas profundidades, por lo que no siempre una labranza vertical puede ser una solución definitiva. De hecho, requiere seguramente de una solución más integral para desterrar el problema.
Un laboratorio especializado puede realizar una adecuada labor determinando las condiciones físicas y químicas del suelo en cuestión, aportando información de calidad para definir el camino de solución permanente.
Los trabajos de penetrometría pueden identificar dónde se hallan las densificaciones problema (ver gráfico).
Como puede observarse para el caso ejemplificador, a partir de los 7-8 cm de profundidad, existe una fuerte compactación que impacta en el cultivo y se sostiene hacia abajo.
En otros casos, pueden encontrarse fuertes impedimentos desde superficie directamente (Ver gráfico).
Esta situación de gran complejidad puede determinar severos problemas en el desarrollo de las pasturas desde su mismo inicio (ver foto).
Visualización del problema, diagnóstico y comprobación in situ
La verificación a campo de los análisis ayuda a completar el panorama. Realizar visitas a los lotes afectados monitoreando plantas, ayuda a comprender la magnitud del problema y la importancia del análisis profesional de la cuestión.
En ocasiones, puede haber incluso más de una capa densificada que se manifiesta claramente en el desarrollo de las raíces (ver foto)
Como se ha mencionado anteriormente, este problema no es solo privativo de las leguminosas, sino que también puede afectar de manera notable a las pasturas polifíticas y de gramíneas (Ver foto)
El desarrollo impedido en profundidad limita la disponibilidad de agua y nutrientes, generándose a su vez un doble efecto negativo porque una planta mal nutrida tiene mucho menos eficiencia de transformación de agua en materia seca potenciando el efecto negativo de crecimiento deficiente especialmente en situación de gran estrés hídrico. Cabe destacar que, en el caso de la alfalfa, por más que sus raíces tengan una gran capacidad de exploración en profundidad, más del 70% del agua absorbida proviene de las primeras capas del suelo. Por ende, si bien puede atravesar la capa densificada alterando su morfología radical, esto no revierte la limitante hídrica al crecimiento ante una pequeña restricción de lluvias.
Por otro lado, el análisis químico del suelo provee información de suma importancia para determinar los motivos y los pasos a seguir en la búsqueda de la solución al problema (ver foto).
Los valores de materia orgánica, pH, calcio, saturación de bases, conductividad eléctrica y sodio entre otros, pueden completar el diagnóstico y definir qué es necesario hacer para mejorar integralmente el sistema.
Una labranza vertical puede corregir solo de modo temporal la compactación si no se ataca el problema desde su origen. Es probable que la aplicación de correctores de suelos asociados a la práctica mecánica de descompactación puedan ser el principio de solución.
De cualquier modo, siempre es recomendable consultar con un profesional especializado para encontrar la mejor solución integral del problema.
Juan Lus – Ing Agronomo:
Asesor privado
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