Cuando un referente de la empresa APISA cruza el mar para visitar Argentina, siempre las expectativas son buenas. Entienden desde la empresa española que el potencial en nuestro país es amplio y hay mucho por crecer.
“En Argentina, el potencial de Alfalfa es bestial”, destacó a este cronista el español Juan José Ayerbe, gerente de la empresa, quien fue uno de los disertantes en la Plenaria Anual del Clúster de Alfalfa que se desarrolló en Sinsacate.
El viernes 10 de noviembre, en horas del mediodía, subió al escenario para explicar “el caso España”. Ayerbe sostuvo que desde ‘El Viejo Continente’ “vemos que se trabaja en la expansión económica, la exportación, la importación”, pero los productores -entiende- encuentran un ‘freno’ ya que, “sobre todo en la exportación de alfalfa, se ven limitados por las pocas facilidades que se tiene para la inversión”.
No se concibe un campo sin riego
El empresario español explicó que “desde hace años en España no se concibe un campo sin infraestructura de riego, afortunadamente tenemos todas las cuencas fluviales con regulaciones y con ello tenemos infraestructuras que hacen que esta agua pueda llegar a cada campo, que cuenta con un contador y un ordenador, que le permite a la gente regar”.
Producir calidad
En otro tramo de la conversación, el gerente de APISA, dijo que “el mercado nos va a sorprender exigiendo que la alfalfa que se exporte en fardos tenga una calidad excelente, suprema”.
Entiende Ayerbe que “todo lo que baje de calidad en el fardo tendrá que ser pellet o irá a mezclas con otros productos, con lo cual el precio va a ser bajísimo”, y remarcó: “creo que la gran sorpresa va a ser una diferenciación de calidades con unos precios bastante escalonados”.
Argentina, a nivel mundial
En cuanto a trabajo de campo, recolección y maquinaria, Ayerbe entiende que la producción Argentina “está a la altura” ya que los campos de aquí requieren última tecnología por sus extensiones y la maquinaria que se está empleando es la que se emplea en el resto del mundo.
Además, explicó que los productores y empresarios están empezando a apostar al deshidratado o al menos, entienden la necesidad de hacerlo.
Tal es así que su empresa le vendió a un productor de Jesús María “una máquina para hacer fardos de alta densidad con alfalfa todavía secada en el campo. Si la cosa va yendo bien, creemos que en un par de años estaremos haciendo ya la deshidratadora para asegurar que el producto que se hace es acorde a lo que requiere el mercado internacional”, explicó.
Es que “el mundo pide calidad, pide fibra, pero los mercados internos también deberían exigir eso para que la vara se levante y que no haya terceras opciones. En España el consumo interno no es tan grande como la exportación, pero el consumo interno requiere unos mínimos de calidad. De hecho, la alfalfa que queda en España tiene la misma calidad que sale fuera”, remarcó.
Por último, al ser consultado sobre la situación que se vive en el mercado local con la sequía que elevó el precio del producto interno, Ayerbe fue claro: “En España decimos que hay veces que hay que saber perder para ganar. Cuando toca hay que saber perder para mantener el mercado y seguir ganando durante el resto de los años”.
Con China como principal comprador y Emiratos Árabes siendo un mercado destacado, ¿cuál es el mercado a descubrir, a explotar para los exportadores? En este momento veo que el más creciente es Arabia Saudita, pero se puede despertar un crecimiento de mercados en otros países de Oriente Medio conforme se vaya desarrollando.
Periodista: ¿el gran problema que tienen es que no tienen agua?
Ayerbe: Por eso, y la gran ventaja que tienen los argentinos es que tienen mucha agua, que ya me llevaría yo para España.