En la búsqueda de buenos rollos Se acerca la época de alta producción de biomasa de las pasturas y hay que pensar en aumentar su eficiencia de uso, considerando que la confección de un rollo de alta calidad tiene el mismo costo operativo que uno de mala calidad. Recomendaciones para obtener buenos rollos.

La calidad del forraje conservado en forma de rollo/heno nunca será superior al material originario, por lo tanto, hay que…

La calidad del forraje conservado en forma de rollo/heno nunca será superior al material originario, por lo tanto, hay que enfocar las energías en lograr la menor pérdida de calidad posible, tanto física como nutricional.

Según Jorge Castaño de INTA Balcarce en Argentina se producen aproximadamente unas 5.500.000 toneladas (t)de materia seca (MS) de alfalfa/año sobre unas 600.000 ha henificadas de dicha especie. Sin embargo, con la tecnología promedio en uso se perderían 1.370.000 t de MS durante los procesos de corte, elaboración, almacenado y distribución de los rollos.

“Partir de una pastura de calidad es clave para lograr henos de calidad, esto va a depender del proceso de henificación el cual consta de 3 etapas: corte, hilerado y generación de rollo” sostiene Castaño.

Eficiencia operativa
“El momento oportuno de realizar las tres etapas del proceso de henificación, juega un rol fundamental para determinar la eficiencia operativa y mínima pérdida de calidad” destaca Santiago Tourn de la Facultad de Ciencias Agrarias (UNMdP).

En ese sentido aclara que el sistema de corte que domina en Argentina es el de movimiento rotativo, dentro de estos los más usados son las cortadoras de hélices rotativas.

“Su gran adopción se debe principalmente a su bajo costo de fabricación/mantenimiento y de su adaptabilidad y robustez. Asimismo, la adopción se da porque se desconocen sus principales desventajas: ineficiente copiado del terreno, repicado del forraje, recortado o trozado de tallos y no permite acoplar o incorporar acondicionadores de forraje” agrega Tourn.

Acerca del hilerado, los profesionales destacan que la utilización de rastrillos en esta etapa se justifica cuando se quieren cumplir dos objetivos principales: la necesidad de juntar hileras con el fin de aumentar la capacidad de trabajo en la recolección (menos tiempo la roto enfardadora en el campo y menos consumo de combustible) y evitar pérdidas excesivas en esta etapa.

Para finalizar el proceso, Tourn destaca que al momento de elegir una roto enfardadora se debe considerar: alta capacidad de trabajo para poder recoger la mayor cantidad de forraje en el momento óptimo; tratado del forraje lo más delicado posible, reduciendo los impactos y quiebres del material y reducir el consumo energético; máquinas equipadas con sensores de tamaño de rollo para guía del operador, entre otros.

“Generar reservas forrajeras con pasturas de alta calidad, utilizando cortadoras de discos rotativos con acondicionadores, generando el rollo con menos de 17% de humedad, alta presión de roto enfardado y almacenándolos favoreciendo su aireación son recomendaciones generales para lograr el éxito con los excesos de pasto” recalcó Castaño.