Época de pasturas riesgosas, cómo prevenimos el empaste El Empaste es una enfermedad grave, de curso híper agudo, que en muchos casos resulta fatal para el ganado. Se trata de un trastorno que se desarrolla cuando los gases producidos por las bacterias ruminales durante el proceso de fermentación quedan atrapados en el contenido líquido y forman una espuma persistente.

Los principales factores que determinan su aparición se encuentran, en el tipo de alimento, en el propio animal y en…

Las pérdidas por empaste en los animales, un problema recurrente

Los principales factores que determinan su aparición se encuentran, en el tipo de alimento, en el propio animal y en el clima.

Las leguminosas de mayor riesgo son: alfalfa, trébol blanco, trébol rojo y trébol subterráneo. Estos vegetales cuando se encuentran en crecimiento presentan una rápida digestibilidad por los microorganismos del rumen y sus hojas contienen gran cantidad de sustancias productoras de espuma.

Los signos clínicos que se observan pueden aparecer a los 15 minutos del comienzo de la ingesta. Inicialmente se observa un abultamiento en la parte superior del flanco izquierdo. El animal siente un malestar demostrado por sus movimientos, sus actitudes de levantarse y echarse, patearse los flancos y revolcarse. Se observa una dificultad respiratoria con aumento de la frecuencia. Puede presentar la boca abierta, salivación, quejidos, mucosa congestiva y taquicardia. Por lo general el animal disminuye o cesa el consuno de pasto.

En la etapa final se deforma el flanco derecho debido al pasaje del contenido espumoso a los demás estómagos. Por último, el animal se echa casi siempre sobre el lado derecho, cesa la respiración y muere.

Perdidas económicas
Lo cierto es que el empaste genera pérdidas millonarias cada año para los productores de carne en materia de producción, costos de tratamiento y mortandad. De ahí la necesidad de contar con una estrategia de manejo animal que contribuya a la prevención de ésta y otras enfermedades.

Sugerencias
En la pastura: aumentar la proporción de gramíneas: no garantiza por sí misma la ausencia de meteorismo.

Usar leguminosas con bajo poder timpanizante: por ejemplo Lotus, si bien su productividad es menor que la alfalfa garantiza la ausencia del problema.

Manejo: pastorear leguminosas “pasadas”: perdiendo productividad de la pastura y disminuyendo el aumento de peso vivo por menor digestibilidad. Cortar y preorear la pastura; luego del corte se coloca en andanas y se orea por 1 a 4 días, no aplicable en días lluviosos. Aumentar la carga instantánea; se basa en el supuesto de que disminuye la selección por el animal pero depende de la relación hoja‐tallo presente, de la proporción de fibra y materia seca de los tallos, como del porcentaje de gramíneas acompañantes y de su estado vegetativo. Realizar una vigilancia adecuada.

Aplicación de productos en la pastura
2,4 D: determina sobre la parte superior de la planta de alfalfa un efecto de ligera rotación del tallo sobre su eje y leves arrugas en sus hojas. Se puede pastorear 4 a 6 horas luego de aplicado. No se dispone de información para su aplicación en tréboles y de sus residuos en el tejido animal.
– Paraquat: determina un moteado moderado sobre las hojas. El pasto puede comerse a las 48 horas de aplicado. Si la pastura tiene una estructura aérea muy densa puede conservar su peligrosidad.

Aplicación de productos en el rumen
– Ionóforos: son antibióticos presentados en bolos intraruminales o en polvo.
– Dimetil‐Polixiloxano: actúa como tensioactivo y se aplica en el agua de bebida. NO ofrece seguridad porque la droga no logra soluciones muy estables en las condiciones que se encuentra el agua de los bebederos y porque el consumo por animal es muy variable en cantidad y frecuencia. Lo mismo sucede con el polvo ofrecido en bateas.

Por Guillermo Cledou MV. Para Cicloneo