Desde el 24 de julio -y hasta el 4 se septiembre- Daniel Basigalup se encuentra en Jinan, Provincia de Shandong, República Popular China, donde está asesorando a la Academia de Ciencias Agropecuarias de esa Provincia en un proyecto de mejoramiento genético de alfalfa. El objetivo es desarrollar variedades tolerantes a salinidad y adaptadas a las condiciones ambientales del Delta del Río Amarillo.
Como parte de sus actividades, el 30/7 tuvo la oportunidad de visitar una planta industrial en el pueblo de Yangan, un suburbio de la ciudad de Laoling, en la Provincia de Shandong, dedicada a la producción de forrajes de alta calidad destinados a la alimentación de pequeños animales (como conejos) y mascotas (como hámsters y otros roedores).
Entre los forrajes procesados se incluyen alfalfa, avena y “diente de león” (Taraxacum officinalis). Una vez cortados en el campo, los forrajes son transportados a la planta y secados en estufa a 50-60 °C. Posteriormente, son almacenados en bolsas de nylon y empacados en cajas de 0,750 a 1 kg. En el proceso se advierte una gran proporción de trabajo manual (tal como se muestra en las fotos).
La empresa destina prácticamente toda su producción al mercado interno, aunque hay una pequeña proporción que se exporta a Singapur. En el futuro, piensan extender su cartera de productos con la confección de pellets, tanto de alfalfa como de otros forrajes. En esto último, Argentina puede aportar no sólo asesoramiento sino también tecnología, tanto desde empresas privadas como del Clúster Alfalfa.
La mayor parte de la alfalfa que se procesa se produce en el campo de la compañía, en una superficie de 800 mu (unas 48 ha). Se realizan entre 5 y 6 cortes al año, a un estado de madurez previo a la floración (de ahí la alta calidad del producto).
El lote de alfalfa visitado se sembró con la variedad WL 323, a una densidad de 3,5 kg/mu (aproximadamente 58 kg/ha). Pese a esta altísima densidad de siembra, se apreció una baja densidad de plantas, habida cuenta que sólo se había efectuado el cuarto corte de la primera temporada (ver fotos).
Según explicó el dueño de la empresa, esa mortandad de plantas se debe a problemas de anegamiento. En ese contexto, se infiere que el manejo inapropiado del riego, asociado a una incorrecta sistematización del terreno, y los cortes frecuentes a estados tempranos de madurez, atentan contra la persistencia del stand de plantas y hacen que los cultivos deban ser renovados cada 2 o 3 años.
A continuación exponemos una serie de fotografías que ilustran el proceso de secado, embolsado y empacado del forraje, así como del lote de producción de alfalfa.