“A diferencia de otros años, donde el productor ya tenía mejor planificada la tarea y hacía las compras con cierta anticipación, la campaña se retrasó bastante y esto sucedió por varios factores, que hicieron demorar la compra de semillas; como las lluvias en algunos sectores en NEA y NOA, la recolección de cultivos anteriores a la alfalfa y consecuentemente la siembra del cultivo”, puntualizó Gallarino como primer apunte de la campaña alfalfera.
El titular de Palo Verde fue muy crítico con la alfalfa ilegal: “Ha habido una competencia desleal con respecto a la proliferación de bolsa blanca en todas las zonas sembradas, sobre todo de cultivares RR que ha disminuido muchísimo el tema de ventas”. En esa línea dijo: “Yo comprendo que el INASE no pueda atacar a toda la zona de la misma forma por un problema presupuestario o de personal, y esto se les está yendo de las manos porque realmente se está observando cada vez más y se está viendo a zonas donde antes no existía. En general preocupa la bolsa blanca, pero en particular las que tienen eventos transgénicos porque prácticamente se venden en los mismos precios en forma clandestina, todo un mercado negro que es difícil estimar que tamaño tiene pero ha perjudicado este año en mayor manera que años atrás”, enfatizó.
Las siembras de primavera compensarían el área
Si bien no hay números definitivos, “la estimación es que a esta altura tenemos una superficie más o menos de un 15% a un 20% de siembra menor a la que tuvimos el año pasado en esta misma época del año”, expresó Gallarino.
Añadió que “la primavera es la otra alternativa de siembra, se ha demorado todo, por lo que se escapa de las fechas óptimas de siembra. En lugar de sembrar tarde prefieren utilizar otra época donde el éxito de la implantación puede ser mejor, y la primavera es una buena oportunidad”.
En cuanto a las variedades que Palo Verde propone al mercado indicó que “la cosecha ha sido muy buena, con buenos resultados, estamos incorporando nuevos cultivares que provienen del convenio de vinculación tecnológica de alfalfa a la producción comercial y hemos incrementado la superficie de los cultivos tradicionales que ya venimos teniendo y ahora queremos incursionar en el mercado australiano haciendo una producción en aquella zona, porque justamente el problema de las alfalfas transgénicas está afectando la posible contaminación de cultivos en la producción local”.
La empresa, con base en Hilario Ascasubi, está apostando fuerte a dos materiales que provienen del convenio con el INTA que son Traful y Pulmarí, y “han aumentado en cuanto a la venta en un 30% cada una de ellas”, subrayó Gallarino, a lo que añadió: “Se trata de muy buenos materiales que están logrando excelente rendimientos”.