La mayoría de los productores ganaderos de EE.UU. suministran heno en portarrollos por la simplicidad de manipulación y manejo. Una vaca adulta puede causar la desaparición de hasta 16.1 kg heno/día por consumo y pérdidas (Braungardt et al., 2010) y se estima una pérdida de 5% cuando se ofrece rollo diariamente. Una alternativa de suministro es sobre la superficie de la parcela luego de desenrollarlo o de procesarlo, aunque este método provoca un incremento de las pérdidas (10-30%). Finalmente, ofrecer el heno procesado en comederos es otra opción de suministro con pérdidas relativamente bajas.
Con el uso de portarrollos, una opción para reducir las pérdidas es limitar el acceso al heno, lo cual a su vez, provoca un incremento en el consumo. En un estudio recientemente publicado, Jaderborg et al. (2021), plantearon como parte de sus objetivos determinar el efecto del procesamiento y el método de alimentación y el tiempo de acceso al heno sobre el consumo y pérdidas en vacas de carne gestantes.
A lo largo de 3 experimentos, los autores probaron diferentes tratamientos. Entre ellos probaron 3 métodos de suministro: heno procesado y ofrecido sobre la superficie de la parcela, heno en comedero o heno en portarrollos; y 3 asignaciones de tiempo de acceso al heno: 6, 14 y 24 h.
En esta investigación no se vieron diferencias en el consumo de heno en relación a los métodos de suministro, aunque se detectaron más pérdidas cuando el heno se ofreció sobre el suelo. En relación al tiempo de acceso, las vacas cuyo acceso al heno era de 6 h diarias redujeron tanto el consumo como las pérdidas de heno, en comparación con aquellas que tuvieron acceso por más tiempo, aunque mantuvieron el mismo PV, sugiriendo un aumento en la digestibilidad del mismo. Esta limitación en el acceso reduce las pérdidas probablemente porque las vacas tienen menos tiempo para seleccionar el alimento.
A partir de estos resultados, los autores indican por un lado, que el uso del portarrollos de manera adecuada puede permitir pérdidas muy bajas (~5-6%) y sugieren que la práctica de restricción de acceso al heno a 6 h diarias puede ser oportuna para reducir el costo del alimento.
Fuente: Blog de www.ifinaedu.com