Con el slogan «La ganadería en zonas agrícolas: diversificación, riesgos minimizados», el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) realizó una nueva jornada a campo el 15 de junio en Cañada Rosquín, Santa Fe. El encuentro, que contó con la multitudinaria participación de más de 500 productores, se llevó a cabo en el Establecimiento «Adita María», un campo que realiza ciclo completo en plena zona agrícola, con la participación del INTA y AFA.
Las disertaciones (INTA, IPCVA y asesores privados) estuvieron referidas a «ventajas de la integración ganadera en campos agrícolas (márgenes y costos), «corrales de suplementación», «recría en pastura de alfalfa», y «perspectivas del sector cárnico ante los nuevos escenarios».
La apertura y el cierre del encuentro estuvieron a cargo del presidente del IPCVA, Ulises Forte, quien aseguró que “hoy tenemos un mundo demandante de carne y aún nos faltan siete millones de cabezas para llegar a los animales que teníamos hace diez años”.
“Ya aumentamos un 20% el stock, sólo con la eliminación de trabas. Si logramos un conjunto de políticas que hacen falta podemos seguir creciendo en todos los campos del país. En este establecimiento queda demostrado que no hacen faltan grandes escalas para ser eficientes”, agregó.
Por su parte, Fernanda Deni, propietaria del establecimiento “Adita Maria”, destacó “la sinergia entre ganadería y agricultura, para promover la actividad ganadera, tan relegada en esta zona”.
Una zona de fuerte perfil agrícola
Si alguien hubiese visitado esta zona dos o tres décadas atrás, hoy no la reconocería. Es que el fuerte proceso de agriculturización liquidó o corrió al ganado de leche y carne que predominaba en la zona.
La ingeniera agrónoma María Eugenia Racciatti, responsable productiva del establecimiento ubica el perfil del lugar: “Estamos en el centro oeste santafesino, a 140 km de Rosario sobre la Ruta Nacional 34. El nombre del campo se llama Edita María. Estamos en pleno corazón agrícola de la República Argentina, un lugar donde el valor de los alquileres, ahora bajo muchísimo el tema del valor de los alquileres, pero años atrás estábamos hablando entre 18 y 20 quintales de soja por hectárea. Es una zona donde hay consociaciones de suelos, pero los lotes donde estamos trabajando son netamente de actitud agrícola, es una serie llamada Los Cardos, que es la mejor serie de la zona, con algunos impedimentos en uno de los campos que es El Carmen que tiene un impedimento de raíces, pero bueno son campos muy buenos para sojas”.
La alfalfa protagonista
La profesional recuerda a la zona antes del fuerte proceso de agriculturización: “Esta era una zona donde había muchos criadores, muchos tambos. También era agrícola pero lo que cambió el escenario fue el tema de la soja”.
La empresa hace agricultura en lotes rotados con ganadería. “Estamos en un promedio de 51 quintales, y la producción ganadera, de kilos de carne se parangona a 51 quintales, y los lotes que van a soja en rotación tuvimos lotes de 58 quintales versus 48, o sea hay una diferencia entre 5, 8 y 13 quintales de diferencia entre agricultura permanente del mismo campo y agricultura con rotación o sea que da bien”.
El sistema de producción ganadero tiene como base a la alfalfa. “Es todo a base de alfalfas puras, tiene un sistema muy simple de manejo que es boyero, un campo de cría donde se generan los terneros de producción propia; al momento de destete machos y hembras vienen acá, y solo 48 hembras quedan en un campo que se llama La Recría que está dentro de Pueblo Casas, muy cerca de aquí, que presentan limitantes por el uso de fitosanitarios. Ahí se implantó una pastura en el 2012 y se dejó naturalizar; y básicamente el movimiento es ese el que hacen los animales”. Explica Eugenia, quien añade que en Adita María se usan alfalfas sintéticas de la firma Forratec.
El novillo que se vende pesa entre 360 y 380 kilos. “Nos gusta el sistema de engorde a campo, no hay nada de encierre, el animal hasta que se vende come alfalfa y se le da un 2% de su peso vivo en grano y así se llega a ese quilaje. La idea más que todo es que el animal pise el campo”.
Un repaso del sistema de producción
“Adita María”, de 128 hectáreas, es una empresa familiar de origen hereditario y tiene más de 100 años. Siempre se trabajó con hacienda, con diversos sistemas y razas. Al planteo se le suman los campos «El Carmen» (establecimiento agrícola ganadero de 91 Hectáreas) y «La Recría», un establecimiento exclusivamente ganadero de 33 hectáreas.
El sistema de cría y recría tiene 15 años (anteriormente se hacía invernada y agricultura) y el objetivo a futuro es seguir ampliando el número de animales del rodeo.
El gerenciamiento del establecimiento lo realiza la propia dueña, Fernanda Deni, de 48 años, que es docente de Historia, que es asesorada por la ingeniera agrónoma María Eugenia Racciatti y un veterinario. “Nuestra familia tiene tradición ganadera, y uno siguió con la tradición por una cuestión de corazón también. Por ejemplo ver desde la gestación del ternero o quedarse para que para bien, o si hay un parto con dificultad ayudar para que nazca bien. Si bien uno no está involucrado directamente es estar al pie de la vaca”, dijo a TodoAgro, Fernanda Deni.
Agregó que “la producción agropecuaria de este campo pertenecía a mis bisabuelos, tuvieron 4 hijos al cual mi abuelo le toco esta porción la cual heredo mi mama y ahora yo. El otro campo que es El Carmen era de mi abuelo paterno, después se subdividió entre los hijos, mi papa fue comprando con el tiempo las partes y ahora quedó”.
A la hora de proyectar indicó: “Pienso que de acá a 20 años va a estar lo mismo o ma. El sistema es muy sencillo y todo lo que agregues aumenta la complejidad. Ojalá se pueda ver mayor cantidad de animales por hectáreas. Se basa en la sencillez, y la mayoría de las veces lo sencillo es lo efectivo”. Puntualizó que en otras épocas tuvieron más cantidad de animales por hectáreas, pero generaba complicaciones por circunstancias familiares. “La carga animal hoy es alrededor de casi 5 en El Carmen y acá casi 4”, apuntó Fernanda.
Respecto a las debilidades del sistema señaló que “en este momento estamos teniendo un problema con el índice de preñez, se podría mejorar. Todo se puede mejorar, el manejo de las alfalfas, agregar mejores tecnologías, esa es la idea”.
El sistema produce alrededor de 650 kilogramos de carne por año. “Esto nos sirvió para saber dónde estamos paradas. Una de las alternativas que estamos evaluando es poner más animalitos por hectáreas”.
En el establecimiento se realiza agricultura y ciclo ganadero completo, incluyendo la recría de las vaquillonas que se utilizarán para la reposición de las vacas del rodeo. El sistema se basa en el pastoreo rotativo de alfalfas puras, con el uso de boyero eléctrico, con suplementación en el invierno de silo de maíz o sorgo bajo el sistema de autoconsumo.
El plantel de vacas está compuesto por razas Hereford y Angus, y los padres en general son de cabañas de la zona. Los toros y el semen que se usan apuntan a expresar el mayor vigor hibrido, y la reposición es de aproximadamente un 20%, con expectativas de ir aumentando el número de madres, yendo el resto a engorde.
Se realiza inseminación artificial a tiempo fijo de las vaquillonas de primer servicio con 22 meses, en octubre y noviembre, dando 2 oportunidades por vientre y en caso de no lograrse la preñez se repasa con toro siendo esta la tercera y última oportunidad.
Se realiza diagnóstico de preñez por ecografía luego de cada servicio. Las pariciones son en junio, julio, agosto y, ocasionalmente, en septiembre. Los destetes se realizan a los 6 meses en forma escalonada, al igual que la venta del gordo, a medida que llegan a su peso objetivo, de entre 360 y 380 kg.
TodoAgro: ¿Se evaluaron otras opciones?, por ejemplo un novillo pesado para exportación o engordar Holando.
Eugenia Racciatti: Es para evaluar, pero ahí tendríamos que cambiar el tema de razas para lograr un peso de faena mayor porque este tipo de animales ya en peso mayor tiene un grado de engrasamiento muy fuerte. Hoy todos los animales son de razas británicas, hay Angus colorado, Angus negro y madres Hereford, lo que se hace con las madres se usa toros Aberdeen para lograr vigor híbrido y la madre Aberdeen toros Hereford, pero básicamente es todo británico.
Cuando empezamos se hacía engorde de macho Holando, se evaluó pero la verdad que el macho Holando tiene un costo de terminación para poder engrasarlo muy alto o sea que lo que ganas al principio lo perdés en la terminación y no es un animal de carne y creo que para este sistema no sería lo mejor. Por ahí para un sistema más confinado, con más grano sería una estrategia, pero seguimos con esto que tiene mucho de gusto, de pasión, de emoción.