La alfalfa y su “enemigo silencioso” 

Juan Lus es especialista en forrajeras. Además de su presentación con el exitoso podcast “Dos por el pasto”, también fue uno de los disertantes de ExpoAlfa.

PH, requerimientos nutricionales, limitantes físicas y requerimiento hídrico, son los cuatro puntos que eligió Juan Lus, referente técnico de Las Praderas, para comenzar a desandar los puntos que limitan la producción plena de la alfalfa. 

“¿Por qué le llamo enemigos silenciosos? porque difícilmente los vemos”, preguntó y se respondió. Agregó: “nosotros estamos acostumbrados a trabajar en el mundo de los semilleros y hablamos de las alfalfas premium. Van a ver 12 millones de cartelitos y dicen alfalfas premium”. 

¿Cómo se define a una “alfalfa premium”? 

Según Lus, “son aquellas alfalfas que ya de por sí tienen la capacidad potencial de brindar una altísima cantidad de materia seca, que está disponible desde el punto de vista genético”. 

Destacó la información, en cantidad, que existe disponible en nuestro país gracias a la red de evaluación del INTA con más de 30 años de servicio brindado ensayos y a la que todos pueden acceder. 

Remarca que estos “materiales de alto potencial o premium se correlacionan de manera directa con su perfil sanitario. Argentina tiene una característica que nos hace absolutamente únicos y es que nosotros producimos en un ambiente húmedo”. 

Hay que destacar que las alfalfas, en el resto del mundo se producen en ambientes tipo árido o semiárido, pero en nuestro país lo hacemos “en ambientes húmedos con lo cual tenemos una presión de enfermedades brutal, y ese es un factor determinante en un ambiente muy húmedo como el que tenemos en Argentina”. 

En ese contexto, Lus subrayó que “suelen tener niveles de resistencia más altos a enfermedades que son más complejas, van a encontrar mayor cantidad de ARS (alta resistencia) y por supuesto hay una relación directa entre ese perfil sanitario con un potencial de rendimiento muy alto con una gran capacidad de resistencia a enfermedades de raíz y de corona”. 

“Eso lo que le permite es que más plantas perduren en el mismo lugar durante más tiempo manifestando, mostrando ese potencial que cada planta tiene”, sumó. 

La antragnosis 

El especialista destacó que en zonas con altas temperaturas un gran problema es esta enfermedad (causada por un hongo que suele ser de los géneros colletotrichum, gloesporium o la especie coniothyrium fuckelii)  

“Hay cultivares premium con potenciales rendimientos que están entre las 80 y 09 toneladas de materia seca” y para graficar ese dato puso como ejemplo un caso de cuatro años en Rafaela.  

“Con presión de enfermedades, la persistencia de la monarca no llegaba al 10% de cobertura y una premium estaba casi en el 60, me parece que cambia la cuenta bastante notable y muchas veces en el campo lo que nos pasa es que no tenemos testigos, vemos solamente el lote, pero en los ensayos sí tenemos testigos y eso es lo habitual para encontrar como diferencia entre cultivares premium y cultivares no premium cuando hay presión de enfermedades”.  

Las limitantes silenciosas 

Lus definió cuatro: PH, requerimientos nutricionales, limitantes físicas y requerimiento hídrico. 

Para iniciar sostuvo que “a la alfalfa le encanta el pH yendo hacia lo básico y la acidez no le gusta mucho.¿Sabemos realmente cuál es el estado de situación en el cual estamos trabajando con los pH de los suelos actuales y qué nivel de impacto tiene eso en la alfalfa?”, se preguntó. 

Segundo, requerimiento nutricionales. “Necesidad de nitrógeno. Los nódulos nos provienen de todo el nitrógeno que necesita una planta que queremos que produzca en cuatro años”.  

Tercero, limitantes físicas. “¿Qué problema está generando la compactación en nuestras alfalfas?”, se preguntó. 

Cuarto. Requerimiento hídrico del cultivo. “Hablamos de la Napa. Pese a que este año fue muy seco la Napa me salva las castañas del fuego”.  

Para concluir, Lus destacó que “cuando pasamos de un PH neutro (6,8) donde la alfalfa, la soja, el maíz muestran el 100% de su potencial a un punto menos (5,7) los cultivos como el maiz o la soja bajan su potencial de rendimiento hasta un 20 por ciento, pero en la alfalfa puede llegar hasta un 50 por ciento”. 

Alertó porque “estamos con los PH desechos” y expuso un mapa con una progresión 2011/2018 donde manifestó que «es escalofriante la caída de PH que tiene los suelos en la región pampeano”.  

El consumo de nitrógeno 

“En condiciones normales los nódulos pueden aportar el 50% promedio”, afirma; pero “en el segundo año ya no hay un solo nódulo, por lo que ese nitrogeno ya sale del suelo”, apuntó. 

Volvió a insistir, sobre el cierre, que “si el PH está por abajo de 6 ya determina una baja de 50-60% en el potencial”. 

Escucha la disertación completa aquí

Fuente: ExpoAlfa