La exportación de alfalfa motiva un salto productivo

La sucesión González de Becher tomó el mando del establecimiento “El Plateado” (San Luis) hace dos años y dedicó sus recursos a recuperar las tierras degradadas, pensando en el extranjero.

Estancia El Plateado es un elegante establecimiento de 2 mil  hectáreas ubicado a unos 50 kilómetros al sur de la ciudad de Villa Mercedes, asistido con robustas maquinarias y potentes tractores de última generación.

A ambos costados de la autopista 55, en el kilómetro 708, se distribuye este campo fundado a mediados del siglo pasado con un destino puramente ganadero.

“Cuando la sucesión se hizo cargo del campo se encontró con tierras muy degradadas por sobrepastoreo y exceso de carga de hacienda. Inmediatamente se dispuso un proceso de recuperación de los suelos con agricultura propia y el alquiler de algunos lotes”, explicó Jorge Vinuesa, quien junto a Flavio Ávila administran judicialmente el establecimiento.

Jorge Vinuesa

Ahora la empresa está enfocada en un objetivo más ambicioso: producir alfalfa de alta calidad para aprovechar los mercados que está abriendo el gobierno provincial a través del programa Alfazal.

El Plateado, mira con entusiasmo las ventas concretadas desde 2020 a Emiratos Árabes, un demandante mercado que permitió sumar a productores de la Cuenca del Morro, Concarán, Naschel, Villa del Carmen, Quines, Candelaria y oeste y sur de la provincia.

“Vemos que la demanda internacional de alfalfa no tiene techo, porque ahora el Gobierno cerrará importantes acuerdos con China después de instalar en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) una compactadora de fardos con las características exigidas por ese país”, observó.

Vecino de gran escala, como Antiguas Estancias Don Roberto, de Claudio Tissen, estancia El Plateado cuenta con 800 hectáreas agrícolas y 1.800 de monte natural que no se puede tocar porque está en zona roja.

Parte de las tierras cultivables se encuentra en su segunda campaña de maíz y soja, notablemente recuperada después de recibir 80 milímetros en los primeros días de febrero y tras dos meses críticos de lluvias.

Otros lotes están implantados con moha, con el doble propósito de recuperar superficies deformadas por grandes colonias de vizcachas y alimentar un rodeo de cría con vacas charolais. Es un cultivo que ofrece alto potencial de producción de forraje con adecuada calidad nutricional en un corto período (55-70 días de siembra a cosecha). Además, brinda un alto rendimiento porque no requiere habitualmente de gastos de protección ante enfermedades y plagas.

Pero no todo es negocio agrícola en los planes de la sucesión González de Becher. Con una mirada conservacionista se mejoró el manejo y la protección del extenso monte, cargado de caldenes, algarrobos, talas y chañares, que rodean una pintoresca laguna de unas 30 hectáreas que, en sus aguas dulces alberga pejerrey y dientudo, mientras patos y cisnes de cuello negro terminan de pintar un paisaje que en el mediano plazo se abrirá a un turismo poco explotado en la zona.

“La recuperación de esta laguna demandó un gran trabajo. Primero se prohibió el ingreso de cazadores y pescadores desaprensivos que ingresaban sin ningún control. Hubo que sacar de las costas grandes cantidades de basura, entre botellas de vidrio, latas y plásticos”, recordó Vinuesa.

Si bien el pejerrey que habita estas aguas tiene un tamaño promedio mediano, quieren introducir reproductores obtenidos en las estaciones de piscicultura de la provincia para mejorar la sangre y, al mismo tiempo, imponer su población sobre el dientudo, una especie introducida por los pescadores que la usaban como carnada.

En El Plateado tienen varios frentes de lucha. Revertir los efectos del sobrepastoreo, que produjo voladuras y endurecimiento del suelo y la proliferación de palque o duraznillo y la invasión de chañar.

“La presencia activa y permanente de la administración en el campo obedece al acecho de intrusos, como cazadores y pescadores”, insistió.

Agricultura comercial y promoción estatal
Un manejo agronómico correcto les permitió despachar la soja producida a los puertos de Rosario y gran parte del maíz a una importante productora de glucosa instalada en Villa Mercedes.

De todos modos, enfocados en la alfalfa, esperan la reglamentación de la ley de promoción de las inversiones para ampliar el horizonte de importantes inversiones pensadas para dar otro gran salto con la alfalfa.

La iniciativa del gobierno puntano consiste en la exención, con distintos grados, de todos los impuestos provinciales para promover inversiones en los sectores industrial, agrícola, agroindustrial, logístico, minero y tecnológico.

La Ley de Fomento a las Inversiones es una apuesta del Gobierno provincial que, a través del Ministerio de Producción, busca generar las condiciones favorables para la radicación, expansión y perfeccionamiento de las empresas, otorgando un régimen de incentivos fiscales en los impuestos provinciales.

A los herederos de El Plateado les atrae esta ley porque introduce una herramienta innovadora vinculada al comercio exterior, al establecer incentivos específicos a las exportaciones de productos puntanos, que se realicen desde San Luis mediante reintegros del llamado IVA Compras contenidos en las operaciones, beneficio que las exportadoras sumarán al recupero de este impuesto.

Pero también siguen de cerca la evolución del Programa Agrozal que funciona en la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), en Villa Mercedes, donde en 2020 instalaron una máquina compactadora de alfalfa que permite ahorrar hasta un 30% en el costo del flete. Un camión cargado con rollos o megafardos pueda trasladar entre 15 y 20 toneladas, mientras que compactados lo hace con 25 a 30 toneladas.

La máquina que está en funcionamiento realiza megafardos de 450 kilos y 2 metros de largo, que pueden variar según el gusto del comprador.

Fuente: Revista El Campo / eldiariodelarepublica.com