Los productores aguardan desde hace un largo tiempo las lluvias. La sequía reinante generó cientos de problemas productivos y económicos. Desde TodoAlfalfa consultamos a Leonardo de Benedictis, meteorólogo y experto en información para el sector productivo.
“Lo que se viene respecto al tema de las lluvias en esta nueva campaña, para mirar no solamente las perspectivas para la agroecología, sino también para mirar un poco el desarrollo de la fina, porque hemos comenzado esta campaña con condiciones bastante complicadas. La siembra de los cultivos de invierno prácticamente sin humedad, sin haber tenido la recarga típica del otoño, ha sido muy escasa, salvo por algún chaparrón, con lo cual hemos hecho las cosas muy al límite y de manera bastante riesgosa”, indicó.
“Ahora, durante el periodo del invierno, las lluvias no han sido demasiado importantes, como no lo suelen ser nunca en realidad. Si nosotros analizamos la historia y vemos cómo son los desarrollos de las precipitaciones a lo largo del periodo del invierno, no podemos pretender demasiado volumen, o por lo menos tampoco podemos pretender que durante el invierno se revierta una condición de sequía”, puntualizó.
Agregó que: “la esperanza está presente y sobre todo por lo que puede llegar a ocurrir en el mediano plazo. ¿Por qué digo en el mediano plazo? Porque justamente con el transcurso del mes de septiembre el evento el niño va a empezar a estar vigente todavía no estamos en evento el niño todavía estamos en una etapa de transición por eso es que todavía no estamos viendo absolutamente nada o algunos eventos erráticos y sin terminar de concretar una situación de lluvias más importantes”.
“Son todos eventos bastante aislados, puntuales, erráticos y que solamente en zonas puntuales son importantes porque después el resto prácticamente no recibe nada o recibe muy poquito con lo cual sigue siendo bastante deficitario el nivel de precipitaciones”, explicó.
Para el especialista “toda esta característica puede empezar a revertirse con el transcurso del mes de septiembre, pero fundamentalmente desde octubre” y explicó: “en septiembre vamos a empezar a ver un aumento en el nivel de las precipitaciones, un aumento en la frecuencia de las lluvias, una mejora sustancial en la distribución, es decir, que no tengamos solamente esos eventos puntuales y acotados como hemos tenido en estos últimos meses o en estas últimas campañas, sino empezar a tener algo un poquito más generalizado, con lo cual esa situación va a empezar a mejorar sustancialmente”.
Para luego “comenzar a afianzar desde octubre, cuando ya el evento del niño esté bien instalado y estemos hablando de una situación mucho más significativa. Así que entiendo que la desesperación está jugando muy en contra porque ya los cultivos en algunos casos se están empezando a definir y las lluvias no llegan con lo cual bueno obviamente que la situación sigue siendo bastante de mucha ansiedad”
Pese a la buena noticia de la llegada del agua, De Benedictis alertó que “tendremos que analizar el tema de las temperaturas, porque está siendo muy particular a lo largo de este invierno. Hemos tenido un invierno muy suave con temperaturas que en general han estado siendo elevadas o con niveles por encima de los promedios salvo por algunas entradas de aire frío puntuales por fenómenos acotados y con algunas heladas que se han dado, pero que en general -insistió- han sido poco frecuentes las heladas”.
Una situación complicada
Para el meteorólogo “si tenemos pocas lluvias con altas temperaturas, hace que tengamos mayor evaporación y menos posibilidad de poder mantener la humedad en el suelo, la poca humedad que tenemos en el suelo”. De Benedictis le pidió “paciencia” al productor y sostuvo que “de a poquito esto se va a ir recomponiendo”. Pero adelantó que “en estas próximas semanas, todavía sigue siendo bastante complejo el nivel de lluvias en toda la porción central y norte argentino”.