Con el objetivo de reducir costos y tiempos, además de hacer más accesible y simple el proceso de secado de la alfalfa, técnicos del INTA Las Breñas, Chaco, junto con estudiantes de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), diseñaron un prototipo de secadora móvil que, a bordo de un camión, se traslada para el uso de los productores familiares de la región.
Rolando Ibañez, investigador del INTA Las Breñas –Chaco–, se refirió al logro impulsado por el INTA y diseñado por tres estudiantes de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y destacó: “Esta maquinaria permite potenciar la industrialización de la alfalfa en la región, además de resolver las dificultades que implica realizar el secado de un modo artesanal, dependiente de las condiciones climáticas”.
De acuerdo con el especialista, en la Argentina, las plantas deshidratadoras de alfalfa son de origen extranjero y constan de una planta fija a la cual los productores deben trasladar, por cuenta propia, la alfalfa con el 45 % humedad. Como resultado, retiran un producto final con el 15 % de humedad enfardado o peletizado.
“Esto implica contar con instalaciones y capital suficiente para poder realizar el secado fuera del campo, cuestiones limitantes para la gran parte de los pequeños y medianos productores de alfalfa en la región”, reconoció el técnico de Las Breñas quien explicó que frente a este contexto, decidieron diseñar junto a los estudiantes una herramienta que solucione tal dificultad productiva de la región.
Como resultado, se logró una secadora con un diseño innovador y versátil que, entre numerosos beneficios para el productor, permite acortar los tiempos y costos –desde el corte a la confección del fardo–.
Además, al generar una temperatura más controlada, permite conservar las vitaminas y proteínas de la alfalfa, como así también su calidad. “En el modelo tradicional, la temperatura muy agresiva de secado ocasiona resecamiento superficial del producto y desprendimiento de las hojas por demasiada agitación durante el transporte”, detalló el técnico.
“Se tuvieron en cuenta estas consideraciones, a fin de obtener un producto de alta calidad que sea utilizado para los tambos, feedlots y equinos, así como también conste con la calidad suficiente para poder abrirse paso en el mercado internacional”, aseguró Ibañez.
“La secadora de flujo continuo tiene un caudal promedio de 1.000 kilos de alfalfa por hora”, detalló Ibañez quien agregó: “que esto habilita un secado promedio de siete hectáreas en 24 horas y obtener casi entre 17.500 y 18.000 kilos de producto seco”.
En cuanto al diseño, especificó que está confeccionada para ser montada sobre un semirremolque, con todos los sistemas integrados y bajo las normas establecidas por Vialidad Nacional. “El hecho de que sea una herramienta móvil, permite que pueda ser adquirida entre varios productores, a fin de generar una mayor productividad con un costo de inversión mucho menor que otros métodos in situ”, subrayó Ibáñez.
Secarás tu producción
Se entiende por secado como el proceso de eliminación de substancias volátiles o humedad para producir un producto sólido y seco. Para lograr esto, la secadora contiene diversos sistemas de mecanismos para que funcione en armonía.
Entre ellos están el sistema intercambiador de calor, el de distribución de aire, el de transmisión del movimiento de las bandas transportadoras, el motriz de la banda transportadora. A su vez, está el sistema de tensado de las bandas transportadoras, el regulador del caudal de alfalfa y el de pesado del ingreso de alfalfa.
Diseñada para ser instalada en un camión, cuenta con una altura de 4 metros 10 centímetros, un ancho de 2.60 metros y un largo de 18.50 metros. Todas estas medidas cumplen con los requerimientos y disposiciones de Vialidad Nacional.
El nacimiento del proyecto
Según explicó el profesional del INTA Las Breñas, se tomaron ideas de plantas procesadoras grandes, para luego ser volcadas a esta iniciativa con gente de la facultad de ingeniería mecánica de la UNNE, para diseñarla, de manera móvil y destinada a pequeños y medianos productores del sudeste chaqueño.
Cabe remarcar que este prototipo ha sido elaborado en primera instancia por los estudiantes de ingeniería a modo de tesis para finalizar sus estudios universitarios y que, juntamente con el INTA, analizaron aumentar la escala para ofrecerla a los pequeños productores de alfalfa en la provincia.
“Esta máquina está diseñada para productores que trabajan mas o menos unas 15 hectáreas por semana, en un tiempo de trabajo de dos turnos que serían de unas 16 horas aproximadamente. Estamos hablando de un proceso de 2.500 kilos de materia seca que estaría rindiendo un lote de alfalfa por hectárea, que lo secaría en aproximadamente una hora y media a dos horas”, especificó Ibáñez, a lo que añadió: “Se la diseñó para que pueda ser transportada en un semirremolque, con todas las funciones integradas, como el horno, la ventilzación, etc. La idea es para trabajar con productores que no superen las 40 hectáreas de alfalfa, por el volumen que maneja la secadora”.
El profesional remarcó que “la etapa está hoy en lo que es su diseño y en el análisis de mercado. Sólo falta la finalización del proyecto. Hemos tenido encuentros con diferentes empresas que están interesadas en ponerla en funcionamiento”.