Datos arrojados por Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA) indicaron que el 31 de marzo cerró la campaña anual alfalfera en el país, arrojando un crecimiento en la producción del cultivo del 3.8% respecto al anterior ciclo productivo.
Se obtuvo una producción de forrajes deshidratados de 1.465.043 toneladas, concretamente 53.621 toneladas más que la campaña anterior, según destacaron desde AEFA.
La superficie de cultivo contratada y destinada a la deshidratación ha crecido en cerca de 8.000 hectáreas, lo que supone un incremento del 7% con respecto a la campaña anterior, siendo esta la tercera campaña con aumento tanto en superficie como en producción.
La campaña 2020/21 comenzó en pleno confinamiento, pero el sector siguió trabajando por su condición de esencial. Durante los dos primeros cortes las lluvias fueron la tónica general, complicando el trabajo en el campo, y sobre todo afectando a la calidad del producto final. En cambio, en el tercero, cuarto y quinto corte la producción fue bastante buena, tanto en calidad como en cantidad, paliando en buena medida los problemas del cultivo en primavera.
Desde AEFA remacaron que desde el punto de vista comercial, el año ha ido de más a menos. “Las retribuciones por el producto transformado en los primeros meses de campaña fueron interesantes, pero desgraciadamente desde el mes de julio este sector, especialmente dependiente de las exportaciones, comenzó a sufrir problemas en el transporte marítimo derivados todos ellos de la pandemia. Durante los últimos meses se están incrementando incesantemente los precios de los fletes marítimos, así como la disposición de espacio en los barcos y de contenedores para la exportación. Estos problemas siguen sin solucionarse y vemos como el transporte tiene un coste difícil de asumir por las industrias que forman parte del sector del forraje deshidratado, situación va a marcar el comienzo de la campaña 2021-22 de la alfalfa deshidratada”, señalaron.