La alfalfa juega un papel crucial en la nutrición animal tanto para la producción de carne, de leche como así también para el desarrollo de caballos para deportes como el polo. El avance de la investigación genética que año a año se logra permite mejorar la calidad y la eficiencia de esta forrajera.
En diversas exposiciones y entrevistas, Miriam Gallardo, una especialista del INTA Castelar, destacó que pese a los espacios se puede producir más y mejor. “Uno puede ser capaz de reducir actualmente la mitad de la superficie de la alfalfa, pero producir tres veces, o sea hay tecnología como para hacerlo”, destacó en distintos momentos.
Es que lo importante está basado en producir una excelente biomasa forrajera, transformarla en alimentos de muy alta calidad, como fuente de fibra, que es fundamental para el rumiante o como fuentes de proteína que pueden acompañar a los suplementos proteicos clásicos, disminuyendo los costos incluso de alimentación.
Como objetivo principal, producir más y mejor para generar mayores ganancias, eso nos lleva a planteos muy intensivos de alta carga y alta producción individual, y sin rescindir un litro de leche, de carne, ser eficientes.
En cuestiones de alimentación a pastoreo, destacan los especialistas la importancia de no permitir el grupo de “líderes y seguidores”, el primer grupo come adelante y el restante lo que “sobra”. “no es bueno, porque un grupo de animales come un perfil nutricional que está desequilibrado por más de que se coma la mejor parte de la planta, mientras que el segundo grupo se come la peor parte”, aseguran.
Porcentaje de alfalfa para bajar costos y tener una dieta balanceada
Cuando se generan “dietas integrales” con alfalfa y ensilajes de sorgo o maíz, más concentrados, si tenemos una fuente de heno de muy buena calidad se pueden disminuir hasta 20% los costos de suplementación proteica extra.
Estrategias para mejorar el potencial nutritivo de la alfalfa en los meses de verano ante situaciones de estrés calórico
Hoy, con periodos de altas temperaturas intensos y extensos en muchos casos, con olas de calor, el ganado lechero y de carne de alto desempeño son muy sensibles. Cuando los animales pastorean en verano, en un intento para mejorar su confort, se deben tener en cuenta ciertas estrategias.
No obligarlas a estar en el pasto durante las horas de más alta carga calórica, esto es entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde. Porque no van a comer a raíz de una situación de estrés que impide el acto de comer, masticar, rumiar. Eso implica un gasto de energía y el animal lo tiene que ahorrar porque debe disipar el calor acumulado, que lo hace mediante el jadeo.
Por lo tanto, sugieren pastoreos nocturnos que mejora mucho el desempeño del consumo voluntario del animal. Como otra alternativa, procesar al alfalfa y brindársela de manera directa lo que aumentará el consumo voluntario debido a que tiene el bocado más disponible y “no tiene que andar buscando”.
Por tal motivo, y pasando en claro. Durante el verano y en periodos de mucha temperatura, la recomendación es “pastoreo nocturno” y durante el día suplementar “alimentos fríos”, que generen a nivel metabólico el menor calor de fermentación para que la producción de leche pueda, al menos no caer dramáticamente”.