Recomendaciones para planificar la siembra de Alfalfa

Silvia Olivo y Fernando Scaramuzza, ingenieros del Inta Manfredi brindaron los principales puntos a tener en cuenta para poder desarrollar un cultivo sostenible y eficaz.

Para poder ser eficiente, es necesario poder contar con herramientas que nos permitan planificar como sembrar para minimizar los riesgos al máximo posible.

Desde Aapresid organizaron una entrevista con dos ingenieros agrónomos del INTA Manfredi expertos en producción de alfalfa.

Hay que tener en cuenta que el cultivo de Alfalfa presenta cinco puntos clave y que deben ser considerados:

  • Pre Siembra
  • Siembra
  • Periodo de implantación
  • Primer corte
  • Manejo de rebrotes

Silvia Olivo, explicó que lo que refiere al momento de la presiembra y la siembra propiamente dicha, será clave porque “vamos a estar definiendo la cantidad de plantas con la cual vamos a arrancar el cultivo de alfalfa”.

Continuando con su charla, la experta sostuvo que “desde la implantación hasta lo que es el manejo de los sucesivos rebrotes, nos vamos a estar asegurando la persistencia del cultivo. Es decir, si nosotros logramos generar un adecuado número de plantas al inicio, en la siembra, esa cantidad de plantas nosotros la tenemos que tratar de mantener la mayor cantidad de años posibles, ¿para qué? para lograr un cultivo más persistente”.

Hay que aclarar que, con el paso de los años, el cultivo de alfalfa por diversos factores tiende a perder plantas. “Una planta que no está es un espacio vacío” y será invadido por especies que no son deseadas y que muchas veces conllevan no solamente a un detrimento de la producción de ese cultivo, sino también a la calidad ofrecida.

La importancia de la planificación

“Nos va a permitir definir una fecha de siembra adecuada y lograr esa siembra con las condiciones de humedad, radiación y recursos ambientales que nos ofrece cada región para que se desarrolle de una manera adecuada este cultivo”, remarcó.

Ese marco, es clave conocer qué cultivo antecesor habrá en el lote. De esa forma se podrá conocer la fecha en que se libera el lote, la humedad que se va a liberar, volumen de rastrojo y la distribución, pero también el contenido o la presencia de malezas que podamos llegar a tener.

Pero explica Olivo que hay, muchas veces diferencias entre la teoría y la práctica, por lo que deberán “meterse y analizar cuál es la cadena de rotación que tiene armada cada productor”.

El cultivo de alfalfa paso de ser un cultivo de rotación agrícola ganadera a ser un cultivo de empresas que se dedican a la agricultura y tienen a la Alfalfa como parte de esa cadena de rotación.

En sintonia con Olivo, Fernando Scaramuzza, ingeniero agrónomo y especialista en agricultura de Precisión, remarcó la necesidad de preparar bien el lote para llegar en las óptimas condiciones al momento de la siembra, algo que “puede garantizar de que tengamos un coeficiente de logro alto”.

La eficiencia dependerá de varios factores. Y uno de los puntos sobre los que hizo mención es “la necesidad de tener suelos en que los rastrojos estén distribuidos uniformemente, con un lote lo más parejo posible y un tema importante a tener en cuenta será la humedad”.

Olivo, retomó la conversación y explicó que es clave recordar que “una vez sembrada, la alfalfa podrá recibir aplicaciones cuando tienen la segunda o tercera hoja trifoliada”.

“En líneas generales el cultivo de alfalfa es un cultivo que requiere suelos profundos, bien drenados, con PH cercanos a la neutralidad, buen aporte de fósforo, nitrógeno y azufre”, apuntó.

Mira la entrevista completa: