Los responsables del proyecto “Alfazal” del Gobierno de la Provincia han dado nuevos pasos en las negociaciones con los productores que proveerán la materia prima y con los potenciales compradores internacionales, y estiman que entre mediados de enero y principios de febrero de 2020, estarán en condiciones de empezar a exportar alfalfa a Arabia Saudita.
Es que el plan fue creado como una oportunidad de sacarle un rédito económico a las pasturas que se sembraban en la Cuenca del Morro para reducir los excesos hídricos de los campos. En la Secretaría San Luis Logística idearon una nueva unidad de negocios que funcionará dentro del predio de la Agrozal de Villa Mercedes y que permitirá procesar los fardos para luego enviarlos a los países que demandan este tipo de especies, como los de Medio Oriente.
“Hemos avanzado en las negociaciones y hoy podemos decir que hay cerca de 1.200 hectáreas plantadas que pertenecen a productores que están trabajando con nosotros. Si bien aún no lo hemos formalizado, ellos han venido a todas las jornadas, se han mostrado muy interesados y les hemos hecho una propuesta más concreta de precios”, contó Alejando Marín, el gerente de la Agrozal.
Con todos ellos firmarán un contrato en noviembre, cuando falte menos para la llegada de una pieza clave para el proyecto: la compactadora. Es una máquina que el Gobierno compró para convertir el pasto en fardos pequeños con el tamaño ideal para exportar.
“Va a estar llegando el 15 de noviembre. Desde ahí, se requieren diez días más para que la instalen, la regulen y la pongan en funcionamiento. Por lo que vamos a estar en condiciones de empezar a producir los megafardos en los primeros días de diciembre. Con ese cronograma, estimamos que vamos a poder exportar entre mediados de enero y principios de febrero”, anticipó Marín.
Sin embargo, el funcionario dijo que es necesario que “acompañe un poco el clima”, porque la falta de lluvias ha retrasado el brote de las pasturas. De modo que recién podrán hacer los cortes en noviembre. Luego, los fardos o rollos deben pasar por un período de secado a campo y por un último acopio en los galpones de la Agrozal para llegar a la máquina con entre 10 y 12% de humedad.
Pero como todo intercambio comercial, “Alfazal” no solo requiere de proveedores sino también de clientes que estén interesados en comprar el producto. Y el funcionario anticipó que han hecho avances importantes en este punto. El 10 de septiembre participaron de una ronda de negocios en Buenos Aires con varios inversores que están interesados en adquirir alfalfa en Argentina.
“Establecimos contactos con unas ocho empresas de Arabia Saudita, y con tres de ellas ya estamos negociando por mail. Al mismo tiempo, estamos estableciendo contactos con una empresa de Colombia”, reveló. Por eso, aconsejó a los productores que se acerquen, porque aún están pueden sumarse a un proyecto que les dará un rédito económico, además de beneficios ambientales.
Fuente: El Diario de la Repúplica