En estas condiciones los cultivos se desarrollan a tasas de crecimiento diario bajas, fundamentalmente aquellos de siembra retrasada. La presencia de pulgones continúa siendo esporádica en cereales de invierno, observándose en la mayoría de los lotes también la presencia de parasitoides asociados regulando las bajas poblaciones.
Pulgones en alfalfa y otras leguminosas
Se observan poblaciones de variada magnitud del pulgón azul (A. kondoi) en los lotes de alfalfa. Las colonias del pulgón azul se ubican preferentemente sobre los brotes terminales de las plantas y cuando uno corta el brote no se desprenden con facilidad. En otoño se suele producir un incremento de las poblaciones de estos pulgones que luego permanecen en el lote durante el invierno por adaptación a bajas temperaturas. La toxina inyectada por el pulgón azul es más agresiva que la del pulgón verde y ambos transmiten diversos virus, dentro de los cuales encontramos al virus del mosaico de la alfalfa (VMA). Se recomienda realizar el monitoreo de lotes y evaluar la posibilidad de control químico en caso de superar los siguientes umbrales:
Tabla 1: Umbral económico para los pulgones que atacan la alfalfa (Aragón e Imwinkelried, 2007).
En cultivos de vicia villosa se observa la presencia de adultos y colonias iniciales del pulgón negro. La infestación es variable entre lotes por lo cual se aconseja su seguimiento, el impacto que pueda tener este pulgón sobre la producción de área foliar dependerá del potencial de cada lote.
En algunos lotes de leguminosas el control natural por parasitoides es muy elevado por lo que se recomienda incorporar este aspecto a la evaluación de la situación de cada lote.
Gorgojo del macollo en trigo
Continúa la observación del daño de adultos del gorgojo del macollo en lotes de trigo. El daño que realiza el adulto (perforaciones en hoja) no es de importancia en comparación con el daño que puede realizar la larva. Este insecto se encuentra activo desde abril hasta noviembre en el campo, y como se mencionó en el informe precedente los insecticidas aplicados como curasemilla tienen una duración de control limitada, al igual que las pulverizaciones de insecticidas en cobertura para el control de larvas y adultos. Se recomienda el monitoreo y registro de la plaga en el campo para detectar incrementos a través del tiempo y así planificar una rotación de cultivos desfavorable a la misma.
Pulgones en cereales
El gorgojo del macollo del trigo continúa haciéndose evidente en lotes mediante perforaciones en las hojas en cultivos de siembra tardía, mientras que en siembras tempranas el daño del adulto se pierde entre el follaje, pero se observan larvas en macollos. En cultivos de alfalfa se produjo un incremento de las poblaciones de pulgones alcanzando niveles variables entre lotes. Se recomienda el monitoreo de pasturas con participación de leguminosas.
En cultivos de trigo, avena y cebada se observan colonias esporádicas de pulgones. Las especies participantes son principalmente el pulgón de la avena (R. padi) y el pulgón del maíz o la cebada (R. maidis). En los cultivos de estadios fenológicos más avanzados es en los que se puede observar una mayor presencia, recomendándose su monitoreo. En los monitoreos deben observarse también las momias de pulgones que nos permiten apreciar la efectividad del control natural sobre estas plagas, registrándose en la actualidad un activo control natural en muchos lotes mediante la presencia de más de una especie de parasitoide. La presencia de estos parasitoides en el lote se relaciona a una baja cantidad de pulgones a través del tiempo y son importantes para mantener el control natural activo durante el desarrollo del cultivo, lo cual puede llegar a impedir que esa población de pulgones u otra que la suceda (incluso de otra especie) alcance niveles de daño económico. Fuente: Inta Marcos Juárez