Para que las producciones puedan sostenerse en el tiempo deben dejar rédito al productor que apuesta. La clave está en la eficiencia, algo que suele ser muy difícil de lograr si no se aplican las herramientas correctas y no se tiene el acompañamiento profesional correspondiente.
Desde el INTA lo tienen claro y es por ello que la intervención en cada parte del proceso apunta a eso, mejorar y hacer más eficiente el camino, para que el productor siembre más hectáreas, produzca más alfalfa y la cadena cuente con más y mejor calidad.
Eso nos permite ser más competitivos y apuntar a mercados importantes, que a la vez generan nuevos negocios, pero para lograrlo se necesita ser “más productivo y eficiente”.
Para Silvia Olivo, referente en pasturas del INTA Manfredi, “se abre una oportunidad súper interesante tomando todo lo que ya está desarrollado, aplicado y que se está validando en la agricultura para hacer uso eficiente desde lo productivo”, pero también “ser más eficiente en estos procesos que son mucho más largos si se quieren y muchas veces no se cuantifican”.
Es que la experta, en primer lugar, dejó en claro que los procesos de producción en los que intervenga la alfalfa son “largos” y agregó: “desde que nosotros sembramos una alfalfa hasta la primera utilización pueden pasar alrededor de 120-150 días”.
Pero a la vez, remarcó: “después las tenemos 4 años en un lote, tenemos que evaluar en diferentes momentos”.
Olivo tiene en claro que si en el proceso productivo, “no cuantificamos, no puede saber cuál es la pérdida real que se está teniendo en el sistema” y es ahí, entiende la ingeniera agrónoma que las tecnologías son cada vez más valiosas. “Lo clave de todo esto es siempre apostar a tecnologías para ser más eficiente”, apuntó.
Ser eficiente te permite mejorar calidad, mejorar producción con cuidado ambiental y todo eso se deriva en ganar más plata, que es el objetivo del productor.
Por último, Olivo fue cauta al brindar recomendaciones a un productor. “Es difícil dar una sola respuesta, estamos en Argentina, un país que a lo largo y a lo ancho tiene diferentes realidades y zonas productivas”, dijo y remarcó: “siempre, algo que va a ser común para todos es ser eficientes y apuntar a la calidad y cuantificar los procesos productivos”.
La ingeniera aseguró que “si apuntamos a la calidad, siendo eficientes en el pastoreo para los animales, siendo eficientes en el momento del corte” y entendiendo que rol juega la alfalfa en la unidad de rotación del productor, como combina los recursos”.
Olivo manifestó independientemente si el productor se dedique a producir carne o leche, la alfalfa es un cultivo que, utilizada en pastoreo o como forraje conservado forma parte de la mayoría de los sistemas productivos del país
