Daniel Basigalup no tiene la receta mágica, pero el ingeniero agrónomo conoce al detalle el potencial de la alfalfa. Desde el INTA construyó su carrera en base al crecimiento de la producción alfarera.
Consultado sobre que le recomendaría a un productor que quiere apostar a la alfalfa aseguró que “dar una receta general o una respuesta general es muy difícil porque depende de muchas cosas. De todas formas, si uno hace los números, si vos sos un productor de heno de cierta calidad, sea rollos o fardos, los números te cierran, yo creo”.
Y agregó: “entonces, yo le diría que puede sembrar, si no todo, una parte, obviamente, incorporar a la rotación, que también es fundamental para conservar suelos y para mejorar el manejo de plagas, enfermedades. Mejorar los suelos, fijar nitrógeno, que haga por lo menos una parte de esa superficie con alfalfa, si tiene animales en pastoreo directo, perfecto, y si no, la producción de heno, sean rollos o megafardos o fardos, me parece que los números cierran”.
“Yo aconsejaría que sí, que haga alfalfa, que se fije en qué variedades son las que mejor andan en su zona”, apuntó y agregó: “es importante manejarla bien, arrancando por una buena preparación del lote, una buena siembra (convencional o directa), a la profundidad que corresponde, con una buena densidad de semillas, para tener después una buena densidad de plantas, controlar plagas, enfermedades y malezas”.
Para Basigalup, “si hace todo eso y el suelo tiene una fertilidad adecuada, va a tener un buen nivel de producción”.