Los días 13 y 14 de noviembre se realizará en Villa María (Córdoba) el mayor encuentro vinculado a la cadena de la alfalfa argentina. Las Jornadas Nacionales de Alfalfa 2019, organizadas por TodoAgro y la Universidad Nacional de Villa María -UNVM-, serán el punto de encuentro para que productores y técnicos puedan conocer las más recientes novedades en torno a la reina de las forrajeras, así como también la última tecnología en maquinaria disponible.
Como es ya costumbre, el primer día del evento y la mañana del día siguiente estarán dedicados exclusivamente a charlas técnicas. La cita será en el Hotel Amerian de la ciudad y tendrán como exponente a los mayores referentes argentinos en la materia, que versarán sobre el panorama actual y futuro de la alfalfa, genética, eficiencia de siembra y manejo de suelos. También habrá un bloque dedicado a malezas, insectos y virosis; un bloque sobre nutrición y otro dedicado a henificación y silaje.
Ya durante la tarde del jueves 14 de noviembre se dará paso a la fase a campo del evento, que tendrá lugar en el campus de la UNVM. En primer término se realizará el recorrido por los plots de alfalfa en el demostrativo y luego la dinámica de maquinarias, en la cual se pondrán apreciar más de 30 fierros en acción de las empresas referentes del sector.
Sobre el proceso de siembra y fertilización de los lotes, que se llevó a cabo en el mes de mayo, el Ing. Agr. Julián Arpón, uno de los profesionales responsables del ensayo, explicó que “se realizó la siembra de 50 variedades de alfalfa, que pertenecen a 23 semilleros proveedores, en macroparcelas de 1.200 metros cuadrados cada una. El tamaño de las mismas se hizo con el objetivo de poder apreciar a una escala mayor de lo habitual este tipo de muestreo”. Añadió además que “se han diferenciado dos siembras. Una para lotes demostrativos y otra orientada a las dinámicas para reservas forrajeras. Para el primer caso, en el momento puntual de la jornada, obviamente se evaluará su estado, su implantación, su calidad forrajera de manera visual, etc; pero la idea es ver el ciclo del cultivo tanto este año como el siguiente junto a un equipo de trabajo, para tener datos de la respuesta en producción de materia seca de cada una de esas variedades, cantidad de cortes y volúmenes que arrojen. En la otra área de siembra destinada a las dinámicas no interesará puntualmente el tipo o variedad de alfalfa implantada sino mas bien se analizarán un poco los volúmenes que otorguen y principalmente cómo se comportarán las máquinas a campo”.
Características del ensayo
El campo demostrativo de la UNVM, donde se han realizado los ensayos, está posicionado sobre un ambiente característico de la región, Clase 3C. “Tiene una limitante climática en el 60% y 70% de su superficie y el resto sobre una serie que llamamos Pampayasta, suelos 6, por lo que hay un ambiente clásico de lo que son los tambos de Villa María, ambientes de suelos heterogéneos, algo que se refleja en la mayoría de los campos de la zona”, indicó Arpón.
El ensayo, además, está dividido en dos bloques, uno que contiene variedades de grupo 9 y 10, prácticamente sin latencia y el otro de variedades de grupo 6 a 8 y medio, con cierto grado de latencia invernal. Todas previamente con sus respectivos tratamientos en semillas antes de realizar la siembra.
Arpón explicó que también se realizó un ensayo de fertilización sobre el esquema de alfalfas que irán a corte: “Se van a poder observar parcelas con cero fertilizante, con la dosis de 120 kilos definida como adecuada (previo análisis de suelo), y otra parcela con 50 kilos de mezcla comercial, para ver el comportamiento de un mismo cultivar en las diferentes propuestas de fertilización”.
Muestrear e interpretar, claves para conocer y trabajar el suelo
Consultado sobre algunas recomendaciones a la hora de analizar los suelos, tanto sea para el caso de estos ensayos como para el trabajo regular que cada productor hace sobre su lote a la hora de sembrar alfalfa, el profesional manifestó que lo primordial es realizar los ensayos de suelo con gente idónea para este trabajo. “No sólo es clave la definición de los puntos de muestreo y saber hacerlo, con profesionales que sepan, sino que también es necesario hacer una buena interpretación de ese análisis para optimizar la fertilización al máximo”, subrayó.
En el caso de la zona de Villa María, dijo que los niveles de fósforo y de materia orgánica están bajando drásticamente. “Algunos ph de suelos se están acidificando. En este lote nos propusimos hacer una fertilización fosforada como arrancador y una reposición de algo de calcio, porque la alfalfa es muy extractiva en este punto, y lo que vamos a salir a ver a posterior es lo que haya pasado con estos ambientes, tanto en el de cero fertilización, en el de media dosis y en el de dosis completa”, subrayó.
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