La cadena alfalfera se reunió, en una Jornada de la que participaron más de 100 actores desde productores, hasta empresarios, semilleros y vendedores de tecnología y maquinarias.
Tras ese evento dialogamos con Alfredo Abboud, responsable de CADAF (Compañía Argentina de Afalfa Forrajera) sostuvo que “el balance claramente fue súper positivo. Invitamos cien personas y vinieron muchos más”.
Situación que marca, claramente, el interés por tener más información del negocio. “La mayoría de las reuniones de estas características se habla solamente del tema productivo y cómo mejorar la producción o cómo tener la mejor alfalfa de campo”, apuntó por lo que “buscamos darle otra mirada al mismo negocio, sobre todo la parte que habló Pablo Tomsic, sobre el tema de calidad, inspecciones de calidad y los requerimientos de calidad, tanto nacionales como internacionales, pero también lo que habló Jordan con respecto a todo el tema aduanero y Senasa y las complejidades o no que tiene este negocio”.
Cabe destacar que también fueron parte de esta movida el propio Abboud y el ingeniero Ezequiel Rojo. En lo que respecta al gerente de CADAF sostuvo que “corrimos ese velo que hay alrededor de la exportación o alrededor de las plantas y demostramos o intentamos demostrar que no todo lo que parece es, sobre todo porque uno ve el precio de compra campo y ve el precio de venta y en el medio se perdió toda la película y bueno la idea fue mostrar un poco esto”.
Abboud destacó que la organización de esta propuesta le permite acercarse a los productores y “se genera ese círculo virtuoso que todos queremos, que el productor gane plata, que tenga estabilidad, nosotros como todos queremos ganar plata y tener estabilidad y ser creíbles”.
Además, no descartó hacer más de estas reuniones, “probablemente sí”, adelantó y agregó que ahora esta realizando visitas a campo “a gente que quiere asesoramiento, que quiere apostar su producción a poder entregarnos a nosotros alfalfa de calidad”.
Por lo tanto, Abboud resume todo de la siguiente manera: “a nadie le gusta depender tanto del mercado y sobre todo de los vaivenes de este mercado. La mayoría quiere estabilidad y quiere saber, como con otros productos, que lo entrega, que lo cobra en tiempo y forma, que va a cobrar lo que dijo o lo que arregló que iba a cobrar y todos quieren trabajar bien en lo suyo”.
Remarca que “son pocos los que quieren abarcar todo el proceso y después se dan cuenta que abarcando todo el proceso es complicado, todos quieren hacer bien su parte del negocio.