Usar un 50% de alfalfa fresca en la dieta de vacas lecheras contribuye a mejorar el producto final Desde el INTA subrayan que las dietas más utilizadas en las cuencas lecheras no incorporan una alta proporción alfalfa fresca. Un ensayo realizado demostró que el valor nutricional de la leche y sus productos derivados pueden ser naturalmente mejorados mediante el uso de alfalfa fresca en la estrategia de alimentación, partiendo de este porcentaje base.

“La alfalfa es una importante fuente de nutrientes, la que además de mejorar la concentración de componentes esenciales, disminuye la…

“La alfalfa es una importante fuente de nutrientes, la que además de mejorar la concentración de componentes esenciales, disminuye la susceptibilidad a la oxidación. Cuando se analiza la inclusión de diferentes proporciones de alfalfa pastoreada en raciones parcialmente mezcladas (PMR), se registra una correlación  directa  entre  la  proporción  de  la  misma  en  la  dieta  y  la  concentración  de  compuestos benéficos en la leche y los productos derivados (queso y leche en polvo). Esta respuesta es importante para diferenciar la calidad de la leche producida bajo condiciones variables de pastoreo de alfalfa con una estrategia de alimentación en PMR”. Así lo indica un estudio publicado por el INTA Rafaela en la edición “Información Técnica Producción Animal 2020”.

En el mismo se hace referencia a la alfalfa y su potencial en los sistemas lecheros, entre otros títulos que vale la pena tener a mano si se está vinculado a la producción animal, en particular lechera, de Argentina.

En su apartado: “Efecto del pastoreo de la alfalfa sobre la calidad de leche, los productos derivados y la composición de antioxidante”, dan a conocer el resultado de los ensayos realizados luego de 20 días de alimentación con alfalfa fresca (peso húmedo) vs silaje de sorgo y heno.

En este, destacan “que se registraron mayores concentraciones de vitamina A (retinol), vitamina E (alfa-tocoferol) y carotenoides (beta-caroteno), así como una capacidad oxidativa superior y por lo tanto, menor susceptibilidad a la oxidación (Rossetti et al, 2010) y, adicionalmente,  se  obtuvo  una  calificación sensorial  superior  para  caracteres  organolépticos, tales como color y aroma, como respuesta a la inclusión de alfalfa en la alimentación”.

La experiencia realizada por el Instituto, incluyendo proporciones variables, concluyeron que con una inclusión del 50% de alfalfa (peso húmedo) era suficiente para obtener la misma calidad de leche que con proporciones mayores. Además, se evaluó el impacto sobre los productos derivados obtenidos (leche en polvo entera y queso de pasta dura tipo Reggianito) utilizando la leche del  mismo  estudio. 

“Los  resultados  mostraron  una  composición  nutricional  superior  de  los  productos lácteos con una adecuada proporción de alfalfa fresca en la dieta. La conclusión general es que el valor nutricional de la leche y sus productos derivados pueden ser naturalmente mejorados mediante el uso de alfalfa fresca en la estrategia de alimentación”, subraya el informe.