“La alfalfa deshidratada garantiza un producto más homogéneo y estable que el heno en la alimentación de vacas de leche”, indicó Marc Piera, Socio fundador de CVTona Consultors SLP en una entrevista con el portal interempresas.
En la misma aborda las principales alternativas que tienen los ganaderos y las diferencias en el uso de alfalfa deshidratada con otras formas de presentación del forraje.
– En términos generales, ¿qué valor nutricional tiene la alfalfa para la alimentación del ganado vacuno de leche? ¿Cuál es su perfil de aminoácidos?
La alfalfa es un forraje rico en proteína, apetente y con un aporte de fibra digestible. Aporta fibra efectiva necesaria para la correcta función del rumen. Al tratarse de una leguminosa, tiene un aporte de proteína muy alto comparado con otros tipos de forrajes (henos o ensilado de cereales o hierba). El perfil de aminoácidos está bastante balanceado en relación a los requerimientos de las vacas lecheras. La relación entre Lysina y Metionina suele ser de 3:1.
– ¿Qué importancia tienen los análisis para conocer el valor nutricional de cada alfalfa que se utiliza en concreto?
Los análisis son necesarios para conocer la calidad nutritiva y el estado de conservación de un forraje. Generalmente los forrajes ensilados tienen una mayor variabilidad que los henos. Actualmente se puede realizar análisis muy completos de forma rápida y económica, que permiten a los nutrólogos hacer una formulación de precisión para la ración de los animales.
– ¿Cuáles son los principales métodos de conservación de los forrajes? ¿Qué características tiene cada método de conservación?
Los principales métodos de conservación son el henificado, deshidratación y ensilado. El henificado y el deshidratado basan la conservación en la reducción de humedad hasta niveles del 15%, el primero con secado del forraje natural al sol y el segundo con secado en planta deshidratadora. El ensilado es una forma de conservación basado en un proceso de fermentación anaerobia.
– ¿Qué ventajas tiene la utilización de alfalfa deshidratada en ganado vacuno de leche? ¿Y cuáles son sus inconvenientes?
Las ventajas de la alfalfa deshidratada en comparación con el heno son que se garantiza un producto más homogéneo y estable. Se evitan problemas de fermentaciones o contaminaciones cuando el forraje está tendido en el campo y al pasar por un proceso industrial, se puede hacer más y mejores controles de calidad. No hay muchos inconvenientes. Su precio en comparación con otros forrajes disponibles puede ser, a veces, un limitante para su uso. El tamaño de partícula promedio del forraje deshidratado suele ser inferior al de un heno o ensilado de alfalfa, esto puede ser una ventaja o un inconveniente depende del tipo de alimentación de cada granja.
– ¿Qué criterios se deben utilizar para el uso de alfalfa en granja? ¿Qué importancia tiene cada uno de esos criterios?
El principal criterio es la disponibilidad y la calidad de otros forrajes alternativos. Si un ganadero tiene poco forraje propio o de baja calidad, la necesidad de compra de forraje externo es superior. En este escenario, la alfalfa deshidratada es una buena alternativa pues puede almacenarse bien durante un periodo largo de tiempo y suele estar disponible en el mercado todo el año. Igualmente, deberá valorarse la calidad y precio de otros forrajes disponibles. El interés económico es importante si se quiere tener un coste de alimentación competitivo. A continuación, el nutrólogo de la granja determinara el uso de alfalfa en relación a los requerimientos de las vacas, y teniendo también en cuenta los hábitos del ganadero con el que trabaja.
– ¿Cómo debe ser el manejo en granja? ¿Qué aspectos deben tenerse en cuenta?
Para la gestión de los forrajes en granja es importante hacer una buena planificación de la alimentación. Hay que tener un control mensual del stock de los forrajes disponibles en granja y hacer una previsión de necesidades de compra. Los forrajes recomendamos que se analicen mensualmente. También recomendamos hacer una monitorización del TMR (ración total mezclada), en caso de que se utilice, y hacer un seguimiento de los principales indicadores de rendimiento de las vacas (ingesta, producción y calidad de la leche, patologías…).
– ¿Cómo se puede conseguir el aumento de ingestión de materia seca?
No es una respuesta fácil. Hay que garantizar un máximo confort a los animales (higiene, ventilación, densidad de animales…). Aportar una ración apetente y digestible, además de estimular a los animales a acercarse al comedero aumentando la frecuencia de repartos y de arrimados de comida por día.
– ¿Cuántos repartos de comida deben hacerse a lo largo del día?
Lo ideal es cuantos más mejor, pero es poco práctico. Lo habitual es hacer un reparto al día, generalmente por la mañana a primera hora o alternativamente por la tarde. En verano se suelen hacer dos repartos de comida al día. En cuanto a los arrimados de comida en el comedero, se recomienda recomendamos hacerlo como mínimo cada 2-3 horas (8 veces al día). No es tarea fácil, debe garantizarse la disponibilidad de trabajadores capacitados para cumplir con los arrimados planificados. Por este motivo, la instalación de arrimadores automáticos es interesante.